Estoy seguro que Jean Renoir es uno de los grandes maestros de la historia del cine, basta con ver grandes películas como La gran ilusión, La Marsellesa, La regla del juego, Esta tierra es mía y El río, para comprobarlo. Además sus memorias son estupendas y cada vez que he leído algo que había dicho me pareció interesante, ahora he encontrado una entrevista que le hicieron Michel Delahaye y Jean-André Fieschi en Cahiers du cinema, en ella dice lo siguiente sobre la arquitectura:
«Desconfío terriblemente de los planes. Y creo, creo firmemente, que lo peor de nuestra civilización -que, por supuesto, tiene aspectos superiores, gran belleza- creo que todo lo inferior, todo lo que es feo en la civilización del siglo XX, viene de los planes. Los planes son feos. Planos. Planos de arquitectos. Es por eso que no hay arquitectura, porque hay planos.
Creo que la gran arquitectura consiste en construir un edificio y después decir: ¿Qué vamos a hacer aquí? Aquí, bueno, podríamos poner la cocina, esto realmente parece una cocina, y entonces podemos poner el dormitorio en otro lugar… pero todo es ya del constructor, y todo se adapta. La materia se adapta al espíritu; se fusiona con ella después del hecho. ¡En otras palabras, viva Sartre, y larga vida a la idea que la existencia precede a la esencia!…
Oh, sí, realmente lo creo. Porque en definitiva, hoy en día todo, absolutamente cada cosa, se ha planeado. Imagínense esto. Conozco algunas personas que tienen una casa que se construirá pronto, cuyos planos están todos acabados, y que tienen un dibujo preparado con antelación que indica el lugar donde irán el sofá y la mesa y las sillas ¡Es realmente increíble! Es como la creación de un marco para uno mismo en la vida, pero ¿Cómo puede entrar la vida en este marco? Es un marco destructivo. Pero demasiadas cosas hoy se hacen de esta manera; empiezan con un plano».
Comencé alabando a Renoir con razón, pero no puedo estar de acuerdo con lo que declaró sobre la arquitectura y los planos -aunque pudiera aceptar lo que dice con respecto a los planes-, un proyecto arquitectónico es esencial para lograr un edificio digno y la prueba es que la mayoría de los edificios construidos sin proyecto son espantosos e invivibles. Este desacuerdo no impide que siga admirando la obra de Renoir, quizás porque pienso que siempre se puede separar lo que se dice de quién lo dice.
Jorge Gorostiza, arquitecto. Autor del blog Arquitectura+Cine+Ciudad
Santa Cruz de Tenerife, noviembre 2014