En el mes de noviembre de 2011, hace justo ahora dos años, cuando recién había concluido la V edición de los Premios de Arquitectura Ascensores Enor, creímos que era el momento ideal para tomarnos un tiempo, hacer balance y valorar críticamente lo que había supuesto el Premio tanto para la empresa, desde una lectura interna, como para el sector de la arquitectura en general y para los arquitectos y arquitectas en particular.
Nos pareció entonces que después de cinco ediciones habíamos adquirido el conocimiento y la experiencia suficientes para poder examinar si el Premio había cumplido con los objetivos y las motivaciones que estuvieron detrás de su origen en el año 2005, y también para detectar si existía alguna inercia que nos alejase de ellas y que fuese necesario rectificar.
Por el camino, en sus cinco convocatorias, desde la primera en 2005, hasta la quinta en 2011, el Premio fue evolucionando de manera natural. Con la intención primera, y mantenida a lo largo de todas las ediciones, de reconocer el trabajo de todo el sector y de prestigiar la arquitectura de calidad entre la sociedad, el Premio pasó de tener una repercusión limitada territorialmente a consolidarse como uno de los premios de arquitectura de referencia en toda la Península Ibérica.
Desde la segunda edición, en la que se incluyó entre los galardones el Premio de Arquitectura Joven, o desde la cuarta en el año 2009, en la que se amplió su ámbito geográfico, y a partir de la cual se pudo presentar a concurso cualquier obra realizada en todo el territorio de España y Portugal, el Premio de Arquitectura Ascensores Enor no hizo más que ir dando respuesta a los comentarios y sugerencias que nos llegaban desde todo el sector. Comentarios que siempre hemos recibido con gratitud y que ahora, con perspectiva, los valoramos como una de las herramientas más útiles que hemos tenido a nuestro servicio para ir mejorando el Premio en cada nueva edición.
Entre las muchas alegrías que nos había reportado la organización del Premio de Arquitectura Ascensores Enor hasta el año 2011, identificamos algunas que nos hacían sentir especialmente satisfechos. En primer lugar la alta participación de arquitectos y la calidad de los proyectos recibidos; la gran cantidad de obras presentadas a concurso en la última edición sin duda superaban con creces las expectativas que depositamos en el Premio en el año 2005. En segundo término haber sido capaces de editar, de manera ininterrumpida, un libro con todas la obras premiadas, finalistas y seleccionadas, y que este fuera recibido además de manera tan positiva por parte de la comunidad de arquitectos, reconociéndolo como una de las mejores referencias disponibles para conocer la arquitectura realizada en España y Portugal. Y por último, haber tenido la oportunidad de conocer, compartir experiencias y aprender de muchos de los mejores profesionales de la Península Ibérica, empezando por todos los arquitectos que han formado parte del Jurado, a los que les estamos especialmente agradecidos por haber querido colaborar con esta iniciativa y en los que depositamos la mayor parte del prestigio que el Premio haya podido adquirir.
En el lado de las incertidumbres, si bien en el año 2011 lo complicado del contexto actual ya se percibía como algo inevitable, los dos últimos años no han venido si no a confirmar una realidad de acusada complejidad para todo el sector. Esta situación, tanto desde el punto de vista humano como profesional, no resulta ajena para el Grupo Ascensores Enor, además de tener implicaciones lógicas, en mayor o menor medida, en su actividad empresarial.
Y sin embargo, y quizás motivado precisamente por esas mismas incertidumbres, y con el ánimo de ayudar a mitigarlas en la medida de lo posible, o de hacerles frente desde la celebración de la calidad y del compromiso por la buena arquitectura, es por lo que convocamos el VI Premio de Arquitectura Ascensores Enor 2014.
En base al contexto actual entendimos oportuno introducir una serie de modificaciones en la estructura del Premio que garanticen su sostenibilidad aunque manteniendo el compromiso con los que para nosotros son valores irrenunciables del Premio: independencia, calidad y rigor, ejemplarizados en cada uno de los miembros del Jurado de la presente edición: Eduardo Souto de Moura –Presidente del Jurado–, Juan Domingo Santos –Gran Premio Enor 2011—, Fredy Massad, Luis Martínez Santa-María, Juan Creus andrade y Carlos Quintáns —Secretario del Jurado—.
A partir de esta convocatoria, que comienza desde este momento recibiendo las propuestas a concurso —ya se pueden consultar las bases y el calendario del Premio—, se suprimen los premios territoriales —Galicia, Portugal, Madrid y Castilla-León— y se mantienen como premios únicos el Gran Premio Enor, a la mejor obra realizada en España o Portugal durante los últimos años, y el Premio Enor de Arquitectura Joven, a la mejor obra realizada en España o Portugal por un arquitecto menor de 40 años. Esta decisión, que también tiene su reflejo en la composición del Jurado, viene fundamentada además en la consolidación del carácter peninsular del Premio. Otra novedad es la variación en la periodicidad del Premio, que se celebrará cada tres años en lugar de dos.
Por último, al igual que en todas las ediciones anteriores, y por tratarse de una de sus señas de identidad, se seguirá publicando un libro que explicará en detalle, y con abundante material gráfico, todas las obras premiadas y finalistas, además de incluir un texto crítico de las obras reconocidas, manteniendo los mismos estándares de calidad en su edición.
El Premio de Arquitectura Ascensores Enor ha sido un premio concebido desde la arquitectura, para los arquitectos y con los arquitectos, y a partir del firme convencimiento de que la buena arquitectura enriquece nuestros territorios, nuestras ciudades y, en definitiva, nuestra sociedad. En el Grupo Ascensores Enor creemos que un Premio con estos valores sigue siendo necesario, quizás más ahora que nunca, y por eso os animamos a participar con el mismo ánimo e ilusión de otras veces en esta sexta edición, de la que sólo esperamos que siga siendo recibida como la fiesta de la arquitectura que siempre ha querido ser.