La empresa Tejas Verea y el Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) entregaron esta mañana en Sobrado dos Monxes los Premios Internacionales de Arquitectura Cubiertas Tejas Verea. En la segunda edición de estos premios se distinguieron cuatro proyectos por su ejecución técnica, adaptación a su entorno y por aplicar nuevos usos de las tejas cerámicas.

El certamen, que duplicó el número de candidaturas recibidas con respecto a su primera edición, se dirigió a profesionales de arquitectura con el objetivo de distinguir proyectos de cubierta inclinada con teja cerámica Verea finalizados entre 2021 y 2024. El director comercial de Tejas Verea, Manuel Verea, destacó la variedad y calidad de los proyectos recibidos,
“que han apostado por la teja cerámica como aliada de la sostenibilidad, la conservación histórica y la calidad constructiva”.
En la categoría Gama Eternal el proyecto premiado fueron los Refuxos de Porto Quilmas en Carnota (A Coruña), obra de los arquitectos Francisco Xabier Liñares y Alfonso Salgado Suárez, de Salgado e Liñares Arquitectos.
Los galardones reconocieron cuatro proyectos por su calidad técnica, integración en el entorno y uso innovador de la teja cerámica, en una edición que duplicó el número de candidaturas respecto a la primera convocatoria.
En la categoría Gama Clásica el jurado declaró el premio ex aequo, otorgándolo a dos proyectos que compartieron el galardón: Villa Carolina en Cariño, (A Coruña), del arquitecto Jorge Juan Cao, y la rehabilitación de la cubierta de la Catedral de Ciudad Rodrigo (Salamanca), diseñada por Emilio Sánchez Gil, Fernando Sánchez Cuadrado y Emilio Sánchez Cuadrado del estudio Sánchez Gil Arquitectos.
Por primera vez, se incluyó una mención especial para nuevos usos de las tejas cerámicas en diseño, señaléctica y revestimientos verticales, que recayó en la señalización del Centro de Hidroterapia Spasinho en Outes, de Ricardo Tubío y Xabier Rilo, de Cenlitros Sociedade Cooperativa Galega.
Los premiados recibieron de manos del decano del COAG, Luciano González Alfaya y del equipo de Tejas Verea, premios por valor de 3.000 euros en la categoría de Gama Eternal, 1.500 euros para cada premiado de la Gama Clásica y una mención en el caso de la categoría de nuevos usos de las tejas. Recibieron también una figura conmemorativa que recuerda los orígenes del oficio de la elaboración de las tejas, un ‘cabaqueiro’ o tejero tradicional gallego.
En la entrega de premios, que tuvo lugar en la casa rural Abeiro da Loba de Sobrado, participaron María Encarnación Díaz Rivas, directora xeral de Urbanismo y José Luis Gil Pita, vocal de la Junta de Gobierno del COAG y miembro del jurado. Al finalizar la entrega de premios, tuvo lugar un house tour dirigido por Luciano González y Miguel Estévez, arquitectos responsables de la rehabilitación de Abeiro da Loba.

CATEGORÍA GAMA ETERNAL
Arquitecturas que miran al horizonte: los Refuxos de Porto Quilmas
Conjunto de 7 cabañas o ‘refuxos’ situados en el puerto natural de Quilmas (Carnota, A Coruña), obra de Salgado e Liñares Arquitectos y fraguado como un eco de las primeras casetas tradicionales de pescadores, viejos refugios de cubierta a dos aguas, que ahora se elevan para mirar al horizonte.
El jurado valoró el alto nivel de calidad de la cubierta, en la que se emplearon todas las piezas especiales que la teja Marsella de la Gama Eternal ofrece. La instalación de la teja es totalmente en seco (sin uso de morteros), sobre una estructura de rastreles e impermeabilización mediante lámina impermeable transpirable.

CATEGORÍA GAMA CLÁSICA
Una vivienda integrada en el paisaje rural de Cariño: Villa Carolina
Vivienda diseñada por el arquitecto Jorge Juan Cao Abad como villa de recreo integrada en el rural y situada en Cariño (A Coruña), en un promontorio abierto a la ría de Ortigueira.

La cubierta se diseñó como la quinta fachada de la casa, la principal desde la carretera. Para resolverla se utilizó una cubierta a dos aguas de teja curva que la integra con edificaciones vecinas, fundiéndola tanto con el entorno construido como con el medio natural próximo.
Destaca la relación entre la cubierta a dos aguas y la estancia que techa: a través de la geometría de las vigas pared que soportan el encofrado de la cubierta, se pauta y equilibra su direccionalidad aprovechando un pequeño altillo para almacenaje.

El jurado valoró la cuidada ejecución de la cubierta, instalada según el Verea System y la integración del proyecto en el entorno.
Una compleja rehabilitación de cubiertas históricas: Catedral de Ciudad Rodrigo
El proyecto de rehabilitación de las cubiertas de la sacristía de la Catedral de Ciudad Rodrigo (Salamanca), con gran complejidad histórica y constructiva, fue diseñado por Emilio Sánchez Gil, Fernando Sánchez Cuadrado y Emilio Sánchez Cuadrado, de Sánchez Gil Arquitectos.

La intervención aseguró la estabilidad y estanqueidad de la cubierta y la puesta en valor del conjunto, de manera que permite la visita turística para redescubrir la riqueza histórica del edificio. Para ello se planteó una nueva solución constructiva que mantuvo la geometría exterior original de la envolvente pero en la que se despejó el espacio situado bajo la misma potenciando la contemplación de las cubiertas originales de piedra de la catedral románica.
El jurado valoró la solución constructiva de la cubierta mediante rastreles de madera y teja talón Verea, que mejora las prestaciones y reduce el mantenimiento; y la dificultad de ejecución del proyecto, al emplear teja “vieja” recuperada como teja cobija.

MENCIÓN NUEVOS USOS DE LAS TEJAS CERÁMICAS
Innovación con identidad: Señalización del centro de hidroterapia Spaşinho
Spaşinho es un centro de hidroterapia situado en la desembocadura del río Tambre, en Outes (A Coruña). Cuenta con un circuito termal distribuido en diferentes inmuebles y espacios conectados mediante un itinerario predeterminado.

Para la señalización exterior del complejo y las diferentes estaciones del circuito termal, los diseñadores Ricardo Tubío y Xabier Rilo, de Cenlitros Sociedade Cooperativa Galega, diseñaron como soporte de información la teja plana de la Gama Eternal de Verea, incorporada con una fijación mecánica sin necesidad del uso de pegatinas. Los diseñadores apostaron por la cerámica como solución atemporal que convive desde tiempos inmemoriales entre piedra o la madera e históricamente vinculada al agua.
Por su parte, la gráfica insertada en las tejas se grabó mediante chorreo de arena a presión y luego pintado el bajo relieve en blanco. El color terroso y acabado mate de las tejas añadieron un aspecto natural y una gran capacidad de integración en los espacios.

El jurado apreció el diseño y desarrollo de anclajes específicos para la teja plana, que se adaptaron para ser aplicables sin adhesivos tanto en la fijación a techo, a pared y sobre lateral izquierdo y derecho de la teja, lo que añadió dificultad al proyecto.




















