La construcción de la ventana supone un verdadero ejercicio de concentración. El simple hecho de perforar un muro permite tamizar la luz, domesticarla, iluminar como función primera y esencial del hueco.1 En ocasiones la ventana se presenta además como un espacio en sí mismo, un intermedio profundo al que cualificar desde la configuración de sus propios límites, un pabellón instalado entre el afuera y el adentro.
En el Museo Can Framis se practican nuevos huecos de proporción vertical sobre los antiguos muros de las naves existentes.2 En la imagen, el hueco se proyecta al interior mediante un armazón independiente generando una pieza autónoma de proporción horizontal, un marco separado del suelo, el techo y la propia pared sobre la que se despliega. La parte inferior establece un plano aéreo horizontal, un asiento que aprovecha el espesor de los muros y se prolonga hacia el exterior.
El banco nos introduce en un espacio comprimido, el hueco nos ofrece un entreacto. La luz se desliza sobre los paramentos radiantes y la ventana se transforma en una lámpara de luz amplificada, una trampa de brillos y reflejos que cualifican el aire de un área más o menos mensurable.
La dotación espacial del hueco genera un lugar humanizado, reconocible, adaptado a nuestro régimen dimensional: el espacio ventana humaniza la arquitectura, intermedia entre la habitación y el paisaje desde su condición de espacio dentro de otro espacio.3 De hecho, si la arquitectura fuera entendida como una sucesión telescópica de espacios anidados, de la naturaleza a la ciudad, de la ciudad a la comunidad, de la comunidad al edificio, del edificio a la habitación, se podría establecer entonces una figura ciertamente nuclear, un interior sucesivamente contenido: el espacio ventana como el principio de la organización del espacio en el espacio.
Miguel Ángel Díaz Camacho. Doctor Arquitecto
Madrid. Mayo 2014.
Autor de Parráfos de arquitectura. #arquiParrafos
Notas
1 Le Corbusier añadiría otras dos funciones esenciales aunque independientes: mirar y ventilar. Ver tesis inédita “La densidad del límite”, Carmen Martínez Arroyo, ETSAM, 2004.
2 Fundació Vila Casas, BAAS Arquitectura, Jordi Badia y Jordi Framis, Barcelona 2007-2009. Los muros de piedra de la industria existente en el Poble Nou, se presentan como un palimpsesto de materiales, arcos, cicatrices, antiguas puertas o ventanas (ahora ciegas) y nuevos huecos, una estrategia de órdenes diversos que conviven con naturalidad sobre la superficie rugosa de la fábrica.
3 “La arquitectura es la organización del espacio en el espacio”. Eliel Saarinen, Search for Form, Reinhold Publishing Corp., Nueva York 1948, pág. 254.