El proyecto ha consistido en la transformación de un pequeño local comercial en espacio de trabajo para una agencia de viajes.
De unos 45 metros cuadrados y situado en la planta baja de un edificio de viviendas, el volumen de intervención es mayor en altura que en anchura. El techo permite trabajar hasta una altura libre de unos cinco metros y el ancho alrededor de tres. Tiene su única apertura a la luz natural en la fachada principal.
La propuesta se plantea como un espacio a doble altura que organiza sus actividades en dos niveles. De este modo, según la privacidad y funcionalidad del programa, se han repartido las actividades en dos plataformas conectadas por una escalera de caracol.
El área de atención al público, con acceso directo desde la calle, se ubica en el nivel más bajo. En el altillo se encuentra la sala privada de oficina, definida por una mesa flotante volcada hacia la doble altura y las vistas a la calle. Al fondo y bajo el altillo preexistente hay un pequeño office, un aseo y un almacén, que crean una zona de servicios.
La fachada principal la define un ventanal y una puerta de dos hojas que se abre intencionadamente a la calle, buscando la luz, el paisaje y la relación con el espacio público.
Obra: La mirada viajera
Autor: Marcos Miguélez
Ubicación: Ponferrada – León, España
Superficie total: 45 m2
Año: 2018
Fotografías: Antonio V. Sotelo
Colaboradores: Talleres Roval S.L.
+ marcosmiguelez.com