En el 2007 estábamos en la cumbre de la burbuja . El perfil de las ciudades variaban día a día con nuevas construcciones modificando la morfología de las manzanas y el entramado urbano. Los edifiicios crecían sin parar sustituyendo a otros perecereros como si se trataran de vegetales de temporada. En otros casos, del vacio creado entre medianeiras, surgían estructuras ligeras como si la semilla económica tuviera raices profundas.
En el 2008 explotó. Miles de proyectos se vinieron abajo tan rápido, como enseguida pasaban del papel a la realidad. Las manzanas recortadas por el martillo inmobiliario quedaban desnudas y las vergüenzas se mostraban expuestas ante las miradas de los peones. Así, como si de los primeros habitantes del mundo se tratara, las paredes inconclusas comenzaron a taparse con elementos sencillos económicamente accesibles; dando cómo resultado una oleada de hormigón como solución construtiva de las edificacións abiertas. De esta manera, el gris invadio la ciudad, en algunos casos con más originalidad que en otros, llegando incluso a convertirse en un virtuosismo arquitectónico.
Esta exposición trata de enseñar estas partes rechazadas de la ciudad, tratando de encontrar algún valor compositivo, que, por momentos parece acercarse a una abstracción minimalista propia de los que ya no tienen medios.
Composición Asfáltica, Roi Alonso
Galería Espacio Cultura
centro comercial Espacio Coruña
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