En el decir de Immanuel Kant, la arquitectura se concreta como un arte de las formas, un conocimiento previamente concebido de un objeto que si bien debe responder a una utilidad, como hecho artístico no está regido por un fin determinado y por lo tanto, su forma no tiene su principio en la naturaleza sino en un fin arbitrario. Esa arbitrariedad considerada como un elemento de valor per se, establece el punto basal en la narración arquitectónica de John Hejduk. Un relato fundado en ejercicios pictóricos-morfológicos cimentados en la deformación de las formas cúbicas, la incorporación del muro como elemento de diseño y en infinitas expediciones al carácter plástico de la obra de Le Corbusier.
En ese argumento, el cubo desnaturalizado y el plano terminan por componer los signos principales de su arquitectura, un escenario donde la Wall House 2 concierta el manifiesto de esas concepciones. Diseñada en 1973 por encargo del paisajista Arthur Edward Bye, el proyecto se establece en la confrontación de dos ejes en los que el muro participa como elemento ordenador: un eje horizontal donde el muro actúa como elemento conector y otro en sentido vertical donde el muro actúa como barrera. Esta disposición de planos consolida la intención de aislar el programa en espacios autónomos, donde el muro se define como un elemento simbólico, no estructural, que propicia una tensión dinámica. Pero además representa el tiempo en el momento de paso, un paso fugaz arrogado por Hejduk en la delgadez del tabique.
Frente a la irrupción de los volúmenes, el protagonismo del plano promueve el criterio de unidad. Las entidades que en apariencia emergen del muro como cuerpos en voladizo instalan una iconografía en la que cada volumen adopta un signo propio, en correspondencia con una función particular. Esta autonomía se exalta en la separación entre piso y techo de cada volumen y se ratifica en la irrupción de elementos transparentes entre el muro y los volúmenes.
En planta, el muro desdobla las actividades. En uno de sus lados dispone las funciones principales: dormitorio, comedor y sala de estar. En el otro, las funciones de servicio: escaleras y baños. En vertical el programa también se fragmenta: el primer nivel aloja el dormitorio, el segundo el comedor y el tercero la sala de estar. En el otro extremo, el estudio se vincula al resto del programa por un largo corredor que termina en la escalera de acceso.
El interior no permite una contemplación estática, la intención dinámica del proyecto obliga a salir de un espacio para ingresar al otro, una segmentación que contrasta con la interacción de espacios promovida por el movimiento moderno.
La diferenciación cromática establecida en el exterior asevera la individualidad de los elementos. La elección de los colores constituye una analogía a la paleta que utilizó Le Corbusier en la Maison La Roche. Hejduk era partidario de trabajar con colores puros empleados a la manera de los neoplasticistas, pero a partir de vivenciar los colores en La Roche los acerco al gris para hacerlos más suaves. Rojo, azul, amarillo, verde y violeta, así atenuados, corresponden a un volumen y a una función específica. El muro de color gris representa la neutralidad.
Hejduk remite los colores empleados por Le Corbusier en la Maison La Roche a la obra de Jean Auguste Ingres y particularmente a su pintura “Louise de Broglie, Contesse d’Haussonville” de 1845.
La casa estaba destinada a construirse sobre un terreno en las afueras de Connecticut, pero una sumatoria de inconvenientes motivó al propietario a desistir de la obra. En el año 2001, meses después de la muerte de Hejduk, un proyecto empresario propició su construcción en la ciudad de Groningen, Países Bajos.
La Wall House 2 es una obra ambigua y contradictoria, de funcionalidad compleja, que puede valorarse con idéntica certeza como una experiencia de vanguardia arquitectónica o como un ejercicio pictórico tridimensional. Hejduk establece un organismo que expone las partes despojadas de su piel. Un consumado de ideas representadas en el oficio de los signos.
Marcelo Gardinetti . arquitecto
La Plata. junio 2013
Gracias por el documento, saludos !!
Ya que incluye la palabra «signo» en el título del post, le recomiendo una magnífica intreoducción al mundo de la semiótica, y una explicación accesible pero pormenorizada de en qué consiste la signicidad.
http://www.ut.ee/SOSE/pdf/deely_Semiotic_Sign_Dialogue.pdf
Un saludo