El deployé es un transformado metálico, un producto obtenido a partir de una simple chapa plana de acero a la que se practican unos cortes longitudinales para estirarla posteriormente en la dirección perpendicular a dichos cortes.
De esta forma se obtiene una nueva chapa, con forma de enrrejado y hasta cinco veces más ligera. Esta técnica se emplea desde hace más de cien años desconociéndose el inventor de la misma.
En 1974 Óscar Tusquets y Lluis Clotet utilizan este material en “catalano”, un banco cuyo diseño constituye una lección de sensibilidad y saber hacer constructivo. El banco plagia la sección que Gaudí imprimió en los bancos del parque Güell resolviendo su construcción con este material particularmente duro y barato. El diseño se completa con diferentes modelos de bastidor resueltos con tubo doblado y remachado.
Actualmente es distribuido por BD con un acabado extraordinario si bien muchos de estos bancos se destinaron a estaciones ferroviarias produciéndose masivamente, con el mismo acero galvanizado y expandido que daba forma a las vallas de los tendidos y estaciones
En 1986 Shiro Kuramata vuelve a utilizar el deployé en el diseño de asientos. Antes había investigado entorno a los clásicos diseños de Mies van der Rohe con este material pero será “how high the moon” su diseño más celebrado construido con metal expandido. Se trata de un bellísimo sofá producido por IDEE y Vitra en dos versiones: individual y dos plazas.
Su construcción es preciosista: las esquinas se forman soldando uno a uno los hilos del deployé y el acabado es mediante polvo de resina epoxi niquelado. Apenas cuarenta ejemplares en la tirada más larga. No es el plomizo traqueteo ferroviario lo que resuena en esta pieza sino la luz plateada y etérea de la luna.
En sus diseños Kuramta apelaba de forma magistral a la ingravidez, la luz y el vacío.
Elías Cueto, arquitecto
Santiago de Compostela, mayo 2011
Publicado en Nº 313 [sillas…]