«Si las dos vigas transversales de las extremidades de la losa de cubierta descienden formando los muros externos del nivel principal, se encontrarían perfectamente con el perímetro de la losa del suelo. Si las vigas longitudinales no avanzaran veinte centímetros en voladizo amarrando y alejándose de las vigas de los muros externos de hormigón, no habría espacio para el canal superior y no se crearía una brecha en el nivel principal para iluminar indirectamente el interior. Si los lados de esa planta no fuesen muros externos de bloques de hormigón, no se formarían las fachadas de los dos planos sobrepuestos y una sombra entre ellos, y a veces un tercer plano intermedio.»
Paulo Mendes da Rocha construye la casa pensando en sus hijos, preocupado por el uso lúdico de los espacios por parte de los niños. Adopta la solución de construcción modular, utilizando losas, siguiendo la tendencia de los materiales prefabricados, que surgió en las décadas de 1950 y 1960.
Construcción en la residencia Butantã de Paulo Mendes da Rocha | Santiago Carvajal
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