Colegio Mayor César Carlos. Alejandro de la Sota
Construcción del maestro que supone una innovación en esta tipología al plantear una separación en dos edificios, uno para la vida individual y el estudio, y otro para la interacción social.
Este es el resultado de una profunda reflexión sobre el programa de funcionamiento de un centro destinado a estudiantes de postgrado, donde se les ofrece escapar momentáneamente de la tensión del estudio, mediante el tránsito por el jardín, hasta el lugar de relación.
El Arquitecto José Manuel López-Peláez, Premio Nacional de Arquitectura y Catedrático Emérito de la UPM, nos introduce en las claves de la obra.
Descripción de la obra Colegio Mayor César Carlos Alejandro de la Sota
«Presenta este colegio Mayor César Carlos una sorprendente solución, dos edificios exentos unidos por un pasillo subterráneo, que facilita la independencia de uso de los mismos: uno público, de relación, y el otro, privado, de descanso y estudio. El carácter de ambos, además, es antagónico. El bloque de residencia, compuesto de dos torres en altura con los dormitorios –donde el arquitecto ha eliminado prácticamente los pasillos– unidas por dos espacios comunes: la biblioteca y el gimnasio, éste en la planta superior, a modo de arco de triunfo y con un complejo juego de simetrías. Y el edificio social, de carácter doméstico, horizontal y con pequeños patios, que se extiende por el jardín. El primero busca las espléndidas vistas hacia la sierra madrileña, y el segundo, en cambio, se recrea en los cercanos espacios abiertos, diseñados como continuidad de las principales estancias, a su vez desarrolladas en terrazas exteriores.
Como es habitual en de De la Sota, ambos edificios son de una gran austeridad, sin recursos estilísticos evidentes, aunque cercanos al primer Mies.
El juego entre centralidad y jerarquización reflejado en la planta del conjunto «hace paisaje propio», en palabras del arquitecto».
Alberto Sanz Hernando. Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM