En la anterior entrada hablaba de un director de cine, René Clair, que comparaba hacer una película con construir un edificio. En esta ocasión es un teórico de la arquitectura, Sigfried Giedion, quien en su libro más conocido, «Espacio y tiempo en arquitectura» publicado en 1941, cita la relación entre el cine y la arquitectura:
«En torno a 1880, Adler y Sullivan podían asumir ellos mismos la responsabilidad completa de levantar sus edificios, como podía hacerlo, naturalmente, William Le Baron Jenney, ingeniero y contratista. Hoy en día eso ya no es posible. La lista de responsables de la construcción de un edificio importante es incluso mayor que la de quienes colaboran en una película importante. Pero al igual que el hecho de que la película sea buena o mala depende de la intensidad de su director principal, la calidad de un edificio depende de la capacidad del arquitecto que le da forma».
Giedion está hablando del tema de la «autoría», ya sea en el cine o en la arquitectura, y la verdad es que cada vez es más dudosa la atribución de una obra, sea película o edificación, a un solo ser humano, a un solo artista en el sentido que se le puede dar a un creador por ejemplo del Renacimiento. Creo que es un tema a discutir profunda y extensamente.
Jorge Gorostiza, arquitecto. Autor del blog Arquitectura+Cine+Ciudad
Santa Cruz de Tenerife, mayo 2011