Viaje en el tiempo a través de los cuatro espacios de la vivienda protegida. Carlos Sambricio, catedrático de Historia de la Arquitectura y del Urbanismo en la Escuela Técnica Superior de Madrid y comisario de la exposición «La Vivienda Protegida. Historia de una necesidad» afirma que «lo más importante es que nuestra forma de vida se ajuste al cambio de los tiempos y ofrezca una alternativa».En declaraciones a Efe, Sambricio explica que la vivienda protegida surge «cuando a comienzos del siglo XX se produce una masiva inmigración, las viviendas se tugurizan, aparecen problemas de higiene y de espacio y se plantea la necesidad de ofrecer respuesta a esta nueva población».»En este sentido surgen primero lo que fueron las políticas de casas baratas y lo que fueron los bloques de alta densidad», luego, tras la guerra, se plantea la política de reconstrucción y después la necesidad de crear viviendas para población inmigrante», añade.
Posteriormente se produce el desarrollismo y la evolución sufrida cuando «después de 1977 los primeros ayuntamientos democráticos eliminan y las chabolas y los poblados de miseria que todavía rodean las grandes capitales y en su lugar se plantean un nuevo tipo de vivienda».La exposición pretende enseñar «cómo el concepto mismo de vivienda ha evolucionado, cómo evoluciona la cocina, lo que es el baño, lo que es el estar y el comedor y paralelamente cómo el concepto de vivienda, la forma de acceder, los problemas urbanísticos, los problemas de dotaciones y los problemas de equipamientos se han definido».»La pretensión del cuéntame, cuéntame, la tenemos un poco todos», dice Sambricio, para quien «la idea de la memoria hay que buscarla no sólo en los años perdidos de la guerra, sino también en los años 50, entender cómo nuestros padres y nosotros mismos vivimos en los 50 y los 60».Es importente «entender cuál ha sido el cambio y la transformación, cómo en estos momentos que son momentos de crisis en la forma de vivir y de comportarnos en nuestros usos y nuestras costumbres, las viviendas están dando al traste con antiguas situaciones y están proponiendo nuevas formas de vida».A partir de ahí, «vamos hacia cambios importantes en la forma de acceder a la vivienda, hacia ideas políticas que cuestionan ya la idea de la vivienda en propiedad y empiezan a reivindicar y reclamar la idea de la vivienda en alquiler».»Vamos hacia viviendas que ya no tienen los 80, 90 ó 100 metros que tenían hace unos años y estamos reclamando viviendas que tengan una superficie menor, pero que también tengan unas dotaciones y unos equipamientos distintos», asegura el catedrático.El futuro pasa por «plantear que las viviendas protegidas no se construyan en la periferia de las grandes poblaciones sino que quepa la posibilidad de actuar en los cascos interiores reacondicionando lo que hasta ahora era degradación y planteando la rehabilitación». Así, lo esencial es «reflexionar sobre la forma de vida que podemos tener en un futuro inmediato porque hoy es muy normal la idea del loft, del espacio único donde la cocina está junto al comedor y el comedor está próximo al baño».
Sala de La Arquería de Nuevos Ministerios.
Paseo de La Castellana 67. 28046 Madrid