No es un domingo especial, es uno de tantos en los que el clima acompaña las ganas de salir a caminar y jugar en cualquiera de las plazas de la ciudad. Nuestra preferida es la plaza Islas Malvinas, quizás porque es la más «urbana», es decir, la que combina generosos espacios abiertos con un Centro Cultural y un café-restaurante. Dependiendo del fin de semana podemos encontrar ferias de artesanos, de pequeños productores locales, espectáculos «a la gorra» que van desde magos, cuenta-cuentos, malabaristas, titiriteros, payasos… sesiones de tango, de bailes folclóricos… en fin, cualquier actividad que genere interacción social, y es que el sentido de los Espacios Públicos es ese: generar un espacio propicio para la los ciudadanos se relacionen, interactúen, intercambien… generen sociedad.
«y es que el sentido de los Espacios Públicos es ese: generar un espacio propicio para la los ciudadanos se relacionen, interactúen, intercambien… generen sociedad.»
Pedro Pesci en la revista A/mbiente (Nº103 – 2010) escribe:
«Desde lo estrictamente conceptual, el espacio público es todo aquello que no es de propiedad privada. A partir de esa definición el Derecho Romano definía esto como la RES-PUBLICA, lo de dominio público, lo que es de dominio de toda la sociedad. También está asociado al concepto de bien común o para todos. Estas asociaciones llevan al concepto de estado y de ahí se deriva el concepto de República.»
El espacio público es la gran conquista de la ciudad de la sociedad. Es el «escenario» de la vida social. (P. Pesci) Para que un espacio sea «público» no se necesita solamente que sea «abierto», sino que sea propicio para la interacción social, es decir, que la gente pueda usarlo en libertad. Es por ello que debemos saber diferenciar cuando un espacio abierto es para el uso público (espacio público) o es un monumento urbano conmemorativo, asociado al poder.
«El espacio público es la gran conquista de la ciudad de la sociedad. Es el “escenario” de la vida social.»
Un Espacio Público debe ser lo suficiente diáfano como para permitir el desarrollo de diversas actividades a través de los años, pero a su vez debe tener la suficiente impronta como para ser identificado como un bien social.
«En una sociedad democrática el Espacio Público lejos de ser una representación de algún poder, es un ágora convocante, el espacio de «todos» y para «todos», es por ello que sus símbolos deben ser cívicos y no políticos.»
«El espacio público es uno de los valores que una sociedad debe proteger y potenciar. La ausencia de espacio público muestra ausencia de una sociedad cohesionada y es muchas veces símbolo de una sociedad de guetos o segregada por clases o clanes.» (P. Pesci), ese es el gran peligro de nuestras ciudades. En las últimas décadas hemos sido partícipes de una exacerbación de lo individual sobre lo colectivo, lo que nos ha llevado a modelos de ciudad «in-urbanos», es decir, carentes de valores de urbanidad. Barrios cerrados, calles valladas, urbanizaciones amuralladas…
«Las peores ciudades de nuestro continente en términos de seguridad son lugares donde se ha perdido el espacio público en el sentido de relaciones y no en lo meramente físico (la existencia en sí). Esto ha ido generando miedo a estar en él, a usarlo. Este miedo lleva a abandonarlo, a excluirlo de nuestras preocupaciones y volver a recluirnos en las casas, los shoppings o en los autos.» (P. Pesci), este es el fracaso más grande de nuestra sociedad como tal, la pérdida de lo colectivo, la atomización del espacio abierto en pequeñas parcelas privadas, la sustitución de lo público por espacios de consumo. El caso más evidente son los centros comerciales, que nos llevaron a cambiar el paseo dominical por las calles de nuestras ciudades a edificios que intensifican el consumo sin generar ningún tipo de beneficio para la ciudad. No es que esté mal que existan, solo que debemos regular su emplazamiento para generen sinergias positivas en vez de impactos negativos.
«El espacio público es uno de los valores que una sociedad debe proteger y potenciar».
Lo Público es lo de Todos, y es justamente ese carácter social lo que sustenta su viabilidad. Si solo evaluamos el «costo» de implementación y mantenimiento de un espacio público pude aparentar ser un «mal negocio» para la ciudad, pero si analizamos todos los beneficios que éste trae consigo termina siendo un gran negocio: integración, inclusión, intercambio comercial, esparcimiento, ocio, salud, seguridad… ¿cuánto constaría compensar todas estas variables? ¿Saben lo que se ahorra una ciudad en salud manteniendo grandes espacios públicos donde la gente haga deporte, y en seguridad ofreciendo espacios de interacción?… DEBEMOS entender la ciudad como el espacio de TODOS, donde el pequeño aporte de cada uno se maximiza en lo colectivo.
«La gente en la calle, la gente relacionándose, aprendiendo a convivir genera cultura social, genera una sociedad más justa. No debemos perder el bien común, la RES-PÚBLICA.»
(P. Pesci)
Aldo G. Facho Dede · Arquitecto Autor del Blog Habitar: Ambiente+Arquitectura+Ciudad
Lima · marzo 2013