La semana pasada una amiga de Facebook actualizó su fotografía de portada poniendo la que está aquí a la izquierda. Cuando alguien le preguntó si era The Black Cat, mi amiga le respondió:
«Karloff como el satanista y esteta Hjalmar Poelizig, homenaje al arquitecto y decorador cinematográfico alemán del mismo apellido autor de los escenarios de El Golem. Una de las películas favoritas de LaVey (y de un tal JESÚS PALACIOS), entre otras cosas por su uso de la arquitectura Bauhaus como escenario gótico en lugar del tópico castillo con telarañas».
Evidentemente el personaje que baja las escaleras es Boris Karloff en Satanás, el título con que la película se estrenó en España, pero la escalera y, sobre todo, las barandillas… Por eso escribí
«Tengo que volver a verla, porque no me acuerdo de esa barandilla. La bata de Poelzig sí es de la película».
y mi amiga me replicó:
«Cualquier motivo es bueno para volver a verla. Yo no me canso».
Tenía razón.
En 2007 vi Satanás muchas veces y con mucho agrado, porque escribí un artículo titulado «Proyecciones y utopías de la vanguardia: La arquitectura moderna en le cine fantástico (1920-1950)», para el libro colectivo Paradigmas; El desarrollo de la modernidad arquitectónica visto a través de la historia del cine, coordinado por David Rivera y dibujé los planos de la casa que se supone ha diseñado Hjalmar Poelzig. Hace unos días volví a verla, esta vez con el «fast forward» y las barandillas no aparecían en la película.
Comencé a buscar en imágenes de Google y no tardé en encontrar la fotografía, primero en alguna página en la que se incluía entre otras de The Black Cat y por fin en una titulada Poelzig VS. Poelzig del artista Pawel Ksiazek (no se puede escribir correctamente aquí, porque no admite unas letras del alfabeto polaco).
Entonces pude escribirle a mi amiga:
«Definitivamente no es una foto de la película, la he vuelto a ver y esa barandilla es de un edificio del Poelzig real, un fotomontaje de Pawel Ksiazek se puede ver más en (y añadí el enlace)».
En esa página se puede leer parte de un texto del catálogo de la exposición que realizó este artista en la desaparecida galería berlinesa Zak Branicka, entre el 30 de abril de 2010 y el 5 de julio de año siguiente, que empieza con un error:
«La analogía entre los dos nombres no es una coincidencia. El director y el arquitecto se conocían. Poelzig creó los decorados de la primera película de Ulmer El Golem y a cambio Ulmer llamó al arquitecto diabólico de Black Cat en honor a Hans Poelzig»,
evidentemente Ulmer no dirigió El Golem, sino que lo hizo Paul Wegener, pero sí es cierto que debieron conocerse en el rodaje de esa película, tal como escribí en el artículo antes citado:
«Berlín verano de 1919, un joven de veintinueve años, que trabaja como decorador en la compañía teatral de Max Reinhardt, va a estar dos meses en paro; por casualidad se encuentra a un amigo, al escenógrafo Rochus Gliese, que le propone: ¿Por qué no vienes conmigo y trabajas en una película? Él le responde: ¿Qué clase de trabajo, si ya tienen un escenógrafo en la película, el profesor Poelzig? Pero termina dejándose convencer por Gliese, el trabajo al principio consiste en recortar siluetas para ponerlas delante de la cámara. La película se titularía El Golem y el joven se llamaba Edgar G. Ulmer. Muchos años después el propio Ulmer le contaba a Peter Bogdanovich que tras trabajar dos semanas en la película «estaba construyendo decorados, porque a Poelzig no le importaba»».
Ulmer y Poelzig también pudieron conocerse cuando este último hizo el proyecto y construyó el Grosses Schauspielhaus en 1919, para Max Reinhardt ya que, como se mencionaba antes, Ulmer trabajaba entonces en su compañía teatral.
El texto del catálogo continúa con otra referencia que no he encontrado, pero que quizás sea cierta:
«Según los biógrafos de Hans Poelzig, el propio arquitecto quería ser reconocido en ocasiones como un personaje demoníaco: «Dentro de mí viven muchos espíritus y demonios, si así es como la gente quiere llamarlos. Sólo el odio a Dios es creativo y suscita algo nuevo en las personas», escribe en una carta a su esposa Marlene Moeschke».
En otro párrafo del catálogo se puede leer:
«La arquitectura juega un papel clave en las pinturas y fotografías de Ksiazek; conecta dos mundos, el ficticio (película) y el real. En los espacios de las realizaciones más famosas de Hans Poelzig, inserta a los protagonistas de la película: en una fotografía de la escalera de la Haus des Rundfunks en Berlín (diseñada por Hans Poelzig) reemplaza la escalera por las escaleras que conducen al sótano de la de Hjalmar Poelzig. En otra, la sala de Hjalmar Poelzig se conecta con el vestíbulo del cine Capitol de Berlín. En la serie de fotografías mostradas en la exposición, Ksiazek también manipula los detalles: en la película se muestra una puerta, sin embargo, el artista reemplaza la manivela de la puerta por una de la Haus des Rundfunks. En las paredes del dormitorio de Hjalmar Poelzig, coloca los bocetos arquitectónicos genuinos de Hans Poelzig».
Los antagonistas de Satanás con otra maqueta de un edificio proyectado por Hans Poelzig sobre la mesa, donde los antagonistas juegan al ajedrez en Satanás.
El texto finaliza:
«A partir de la realidad y la ficción cinematográfica, Ksiazek construye una visión hipotética de un mundo alternativo que considera hasta qué punto la arquitectura del siglo XX se fusiona con la cultura de masas y en qué nivel se materializa en la sociedad. Igualmente significativo es que Pawel Ksazek es ante todo un pintor que ha trabajado su propio estilo altamente reconocible y el proyecto Poelzig VS. Poelzig es la inspiración para sus pinturas. Una pintura es para él el elemento final de una compleja búsqueda de varios niveles. Todo el proceso de probar y seleccionar motivos y buscar «pruebas materiales» sobre la base de vínculos históricos es nada menos que un pretexto para el desarrollo pictórico y una buena pintura».
Gracias a mi amiga y a su publicación en Facebook, he descubierto el trabajo de este artista, que en el caso de Poelzig VS. Poelzig es especialmente interesante para todos los interesados en las relaciones entre cine y arquitectura.
Jorge Gorostiza, Doctor arquitecto.
Santa Cruz de Tenerife, septiembre 2021