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La creación de las ciudades. La importancia de revisar los orígenes para aproximarnos al entendimiento de la situación actual | Fernando Freire Forga

En el año 2014 acompañé al arqueólogo Gabriel Prieto en diversas salidas de campo como parte de los trabajos de levantamiento de información en la zona costera del norte del país.1 Visitamos los restos arqueológicos de Caral, en Supe, luego nos detuvimos en la Fortaleza Chimú de Paramonga, continuamos el trayecto y visitamos Las Aldas, en Ancash. Así mismo, realizamos una visita en el complejo arqueo-astronómico de Chankillo, recorrimos Sechín y visitamos una serie de “pirámides” muy antiguas en los alrededores de la ciudad de Casma, las cuales están construidas -en sus etapas más tempranas- con adobes de forma cónica.

La creación de las ciudades Fernando Freire Forga Adobes cónicos encontrados en Sechín-alto, con una antigüedad mayor a los 2000 años antes de Cristo
Adobes cónicos encontrados en Sechín-alto, con una antigüedad mayor a los 2000 años antes de Cristo.

El arqueólogo Prieto realizó un levantamiento detallado de información en el borde costero que se encuentra entre las Aldas y Puerto Casma. Zonas arqueológicas caracterizadas por playas espectaculares como el Huaro y la Gramita. Así mismo, visitamos la fantástica canalización Chimú en los humedales a los alrededores de Puerto Casma, en el distrito Comandante Noel.

La creación de las ciudades Fernando FreirCanalización de origen Chimú en los Humedales en los alrededores de Puerto Casma, vistos desde el Google Earth
Canalización de origen Chimú en los Humedales en los alrededores de Puerto Casma, vistos desde el Google Earth

Finalmente visitamos la muralla Chimú al norte del rio Santa, muralla que sirvió para proteger un canal de regadío y agua potable que abastecía el asentamiento que controlaba los yacimientos de sal en la zona. En relación a esta muralla, hay registros y teorías que indican que esta estructura se prolongaba hasta el valle de Chicama, al norte de la ciudad de Trujillo.

La creación de las ciudades Fernando Freire Forga Muralla del Gran Chimú
«Muralla del Gran Chimú».
Estudios previos consideran que era un camino que nacía al norte de Chimbote y que se adentraba hacia el interior cruzando las quebradas de la margen derecha del Santa, llegando hasta el valle de Chicama.

Luego de varias semanas, al finalizar el recorrido, surgieron más interrogantes por resolver que respuestas o información certera que nos permita entender la ocupación milenaria que experimentó nuestro territorio, mucho antes de la colonización española.

Desde mi ángulo de observación profesional, el interés primordial se enfocó en entender el orden de cómo se dio la ocupación, desde los inicios de las civilizaciones ancestrales, pasando por el crecimiento y consolidación de los asentamientos y/o poblados, tratando de interpretar los restos visitados para lograr un posible entendimiento en supuestas soluciones urbanas aplicadas en las zonas de estudio.

Antecedentes

Para entender los orígenes de la ocupación andina hay que tratar de interpretar los sucesos que posiblemente permitieron asentarse a las personas en diferentes lugares de la costa peruana.

Luego de experiencias milenarias para subsistir al clima, la geografía y los componentes sociales que permitan una vida adecuada para el crecimiento de las sociedades, las posibilidades son vastas y diversas. Hay teorías que sugieren que la ocupación de la costa corresponde a expansiones de poblaciones que estuvieron inicialmente asentadas en la sierra para luego ocupar los bordes costeros. No obstante, los registros de fechas señalan que es más probable que se ocupara la costa al inicio de la ocupación andina.2

Lo interesante de realizar estos estudios de ocupación es la incomparable oportunidad de sumergirse en una inagotable fuente de suposiciones y teorías, las cuales siempre serán muy difíciles de comprobar en su totalidad. Sin embargo, los estudios realizados y todas las teorías que surgen de estos nos permiten la aproximación a una posible realidad que sucedió miles de años atrás. Los estudios realizados por el arquitecto Carlos Williams, los cuales dedicó a entender la ocupación andina, son determinantes para entender la evolución urbana y arquitectónica que experimentaron nuestros antepasados.3

Lo primero que podemos interpretar es que tribus o familias se asentaron en lugares determinados, luego de verificar que se ubican en una zona segura y con posibilidades de obtener recursos que les permita vivir por el mayor tiempo posible en esa ubicación. El clima en esta ubicación geográfica es templado y la zona costera cuenta con recursos naturales animales, marinos, terrestres y vegetales.

La creación de las ciudades Fernando Freire Forga Esquema realizado por el arquitecto Carlos Williams donde propone patrones de asentamiento
Esquema realizado por el arquitecto Carlos Williams donde propone patrones de asentamiento en relación a la ubicación de los recursos que permitirán la vida de sus habitantes.
Nótese la precisión y lo orgánico de la solución básica en una ocupación ancestral.

La relación comercial o trueque entre los primeros ocupantes correspondía a un recurso esencial de vida que se practicó desde etapas nómadas (cazadores/recolectores), antes de establecer una ocupación permanente. Por consiguiente, la estabilidad obtenida al asentarse permanentemente en un lugar permitirá el origen de las ciudades.

La arquitectura irá manifestándose en proporción directa a las necesidades de cada grupo de personas en los diversos asentamientos que ocuparon la zona costera. Inicialmente aparecerán los habitáculos que permitan generar protección a los ocupantes, corrales, caminos, entre otros elementos que conformarán un

“primer e incipiente equipamiento urbano”.

1. Los Primeros Hitos Urbanos

Inicialmente tendrán que ser geográficos, un montículo, un cerro, una quebrada, un árbol o un conjunto de ellos, entre otros… Elementos que servirán como referencia de identificación al lugar donde uno va a pertenecer construyendo habitáculos y espacios que permitan el desarrollo de la vida. Acto seguido hay que limpiar la zona doméstica, donde la familia transitará y habitará. En esta zona de ocupación inicial, para asegurar los recursos alimenticios, se tiene que cultivar y para ello tuvieron que fertilizar la tierra que ha sido casi estéril durante miles de años. Un primer paso es la limpieza de piedras, las cuales son arrumadas en montículos que van a ir creciendo y generando un hito referencial en las zonas de cultivo. Estos montículos de piedras, producto de la limpieza de las zonas de cultivo, probablemente se convertirán –luego de los habitáculos- en los primeros hitos urbanos artificiales, creados por los primeros ocupantes del lugar. Podrán servir también para dividir tipos de sembríos o zonas de trabajo por familias o integrantes de los primeros asentamientos. Llegándose a presumir que las primeras estructuras piramidales pudieron responder a una continuación constructiva de estos cúmulos de piedras que resultaron como parte de limpieza de la zona a cultivar.

2. Los Primeros Utensilios

Los recursos naturales será la primera fuente de abastecimiento para generar herramientas o instrumentos que permitan facilitar la vida. De modo similar al uso de pieles de animales para cubrirse y protegerse del frio,4 las conchas marinas o caracolas, estos utensilios servirán para cultivar, cazar animales, acarrear agua, cocinar, entre otros. Según los estudios arqueológicos, el uso de la cerámica recién se iniciará alrededor de los 2,000 años antes Cristo.

3. Las Primeras Civilizaciones

Según el registro realizado por los estudios arqueológicos, las primeras civilizaciones que registra la ocupación andina se sitúan al norte de la ciudad de Lima (Norte Chico) en lugares como lo estudiado en el complejo de Caral, que data de 2.600 años antes de Cristo (el más difundido) o lugares como Huaricanga que podría tener una antigüedad 1.000 años más que Caral, así como los vestigios encontrados en Sechín Alto en Casma. Lo importante es destacar que estas civilizaciones aun no contaban con el uso de la cerámica -llamadas culturas pre-cerámicas- sin embargo, ya contaban con una sólida administración social y política, así como con la adoración de ciertas deidades caracterizadas con colmillos (Dios del Personal).

Las primeras “huacas” que conocemos ya tenían varios cientos de años -o más- antes de la existencia de asentamientos o poblados como Caral o Sechín Alto.

Previamente al desarrollo de las civilizaciones se observa la necesidad de construir estructuras rellenas de adobes, o simples montículos, como complemento arquitectónico/urbano a los habitáculos de sus habitantes, estructuras que con el paso del tiempo irán ganando tamaño y jerarquía, lo que permite destacarlas geográficamente por su volumen y altura. A diferencia de las pirámides de Egipto, nuestras huacas no tienen un fin exclusivo para una tumba real o una sola función, es más, aun se suelen adjudicar los términos:

“mágico, religioso, cultural, administrativo, entre otros”

cuando no se tiene claro la función que cumplieron ciertos espacios arquitectónicos.

La creación de las ciudades Fernando Freire Forga Plano General de Caral
Plano General de Caral. La planificación arquitectónica se observa de manera aislada en cada uno de las estructuras que conforma el complejo de Caral. Por tal motivo podríamos considerar que la planificación urbana en Caral es casi inexistente. Se observa la intensión de dejar un gran espacio libre central donde convergen todas las estructuras que conforman “la ciudad sagrada de Caral”.

En el caso de Caral, la disposición de estructuras en un lugar distanciado de la zona de producción agrícola (valle fértil), nos permite considerar ciertos criterios de zonificación intencionados. Si bien este complejo arquitectónico pudo haber sido destinado a funciones comerciales, administrativas y de culto, la zona residencial debió corresponder a un sector privilegiado de personas que comprendía el total de la población que existió en ese entonces.

Por otro lado, en Caral se observa un equipamiento urbano que debió ser construido a lo largo de muchos años, lapso de tiempo necesario para permitir identificar el complejo como una de las primeras civilizaciones.

Por consiguiente, para determinar un complejo arquitectónico/urbano como ciudad se requirieron dos factores trascendentales: tiempo y crecimiento demográfico. Y en el caso de los estudios arqueológicos existirá otro factor importante que va a relacionarse con las estructuras o edificaciones registradas.

El crecimiento demográfico permitió a los asentamientos pasar de una vida de subsistencia a una situación donde la mano de obra superaría la demanda requerida para obtener los recursos básicos para vivir, permitiendo destinar este excedente de mano de obra a la construcción de estructuras que han perdurado a lo largo de miles de años.

Importante es tener en cuenta que estructuras como canales de regadíos, aterrazamientos y otros han sido registrados con fechados anteriores a los complejos arqueológicos que gozan de la connotación de ciudades.

La creación de las ciudades Fernando Freire Forga Imagen satelital de las Aldas, al norte de la ciudad de Casma
Imagen satelital de las Aldas, al norte de la ciudad de Casma. Los estudios iniciales le otorgan una antigüedad de 1.600 años A.C. No obstante, en la actualidad se manejan fechados que podría confirmar que esta estructura sea más antigua que Caral.
Factores Trascendentales de Análisis

i. El surgimiento de la arquitectura y el desarrollo de la misma.
ii. Las posibilidades de desarrollo al contar con mano de obra excedente.
iii. La construcción social.

Con lo revisado hasta este punto, entendemos que la arquitectura se desarrolló inicialmente como necesidad de subsistencia y luego de un logrado proceso de asentamiento geográfico pasa a convertirse en un resultado constructivo gracias al excedente de mano obra que permitieron dichos asentamientos.

El rumbo que desarrolla la arquitectura, en los orígenes de las ciudades, estuvo estrechamente ligado a las necesidades y las posibilidades constructivas, las cuales engloban: materiales, geografía y mano de obra.

Es interesante como evolucionan las estructuras a través del tiempo, estudios que ya vemos realizados por el arquitecto Carlos Williams en la siguiente imagen:

La creación de las ciudades Fernando Freire Forga estudios que ya vemos realizados por el arquitecto Carlos Williams

Finalmente, al igual que la arquitectura, el sistema social evolucionó paralelamente al crecimiento de las ciudades. La dualidad del Hanan y el Urin5 es una interesante aproximación al desarrollo de los orígenes de desarrollo social en el proceso de ocupación andina.

Todo fue desarrollándose, las civilizaciones a la par de la arquitectura y el urbanismo, como consecuencia de un tiempo y las posibilidades que las personas lograron aprovechar. Y para entenderlo o aproximarnos al entendimiento de lo sucedido en el trayecto de civilización es de suma trascendencia entender la estructura social, las costumbres, las normas establecidas y la evolución que experimentaron.6

En nuestro caso Andino, las diversas etnias se desarrollan paralelamente y evolucionaron en el tiempo, finalizando con un sistema político social al que se le ha denominado “el incanato”. Para luego ser interrumpido por la colonización española y la república que acaba de cumplir 200 años como tal.

La creación de las ciudades Fernando Freire Forga Red de caminos
Red de caminos del Tahuantinsuyo
Conclusiones

En la actualidad, surge la continua necesidad de prever que nos deparará el futuro, y luego de revisar los orígenes de nuestra civilización podemos visualizar que el desarrollo de las ciudades contempla una evolución continua estrechamente relacionada a las necesidades en relación a los recursos existentes.

En este ensayo, lo más destacable en relación al desarrollo de las ciudades, es entender que el asentamiento y la ocupación ancestral permitió un excedente en la mano de obra y en gran parte ello permitirá el desarrollo de las civilizaciones.

Este hecho analizado desde los orígenes nos permite generar cierta analogía con la forma de vida civilizada que experimentamos en la actualidad. Seguimos el mismo patrón, con desarrollos tecnológicos muy avanzados y diversos sistemas sociales que podrían determinarse de mayor complejidad, sobre todo por la globalización actual. No obstante, lo que permite nuestro desarrollo como civilización sigue siendo el excedente de mano de obra, el cual aún no se ha canalizado para satisfacer directamente las necesidades básicas del ser humano, rigiéndose en todo momento por las jerarquías de poder de turno para llevar el desarrollo a un ámbito general y no puntual con el desarrollo de la vida en general.

Actualmente, al encontrarnos globalizados a nivel planetario, podemos observar que los patrones que venimos siguiendo -desde los orígenes de las civilizaciones- nos mantienen enfrascados en un “callejón sin salida”, pero con muchas alternativas fascinantes para el óptimo desarrollo de la vida. Hoy en día podemos tener diversas comodidades, un considerable aumento de expectativa de vida, lograr salir del planeta para llegar a otros, en fin: podemos hacer realidad aquello que imaginamos, sin considerar un límite de desarrollo a futuro.

El conocimiento obtenido en los últimos 200 años es abrumadoramente abundante en comparación a lo que se vivió en los últimos 10.000 años atrás. Contamos con los recursos y la mano de obra excedente desde que el hombre dejó de ser nómada para asentarse y dar inicio a lo que somos hoy en día.

“El fruto se cae de maduro”

y lo que podemos observar es que corresponde prepararnos y proceder a realizar un cambio similar a lo que experimentó el ser humano al pasar de una vida como cazador – recolector al sedentarismo que nos llevó a la modernidad. Un cambio donde la mano de obra excedente se canalice para un desarrollo generalizado que permita optimizar sabiamente los recursos que tenemos en este planeta y poder llegar a otros. Un cambio que sin lugar a dudas afectará los patrones sociales existentes y permitirá una “deconstrucción social” saludable y no relativamente absurda como se ha intentado hasta ahora.

En cuanto a nuestra profesión, considero que la arquitectura cumplió satisfactoriamente con la modernidad y nos ha dado las herramientas precisas para dar el salto a nuevas formas de vivir . Estamos profesionalmente preparados para casi cualquier evento o situación que se requiera, por ello me atrevo a intuir que la proyección arquitectónica no cambiará mucho en el futuro, lo que tiene que cambiar son los patrones sociales.

Estamos a punto de cruzar el umbral…

Notas:

1 Los sitios Norte Chico son notables por su excepcional densidad colectiva, así como por su tamaño individual. El arqueólogo Randall Haas argumenta que la densidad de sitios en un área tan pequeña es globalmente única para una civilización naciente. Durante el tercer milenio AC, Norte Chico puede haber sido la zona más densamente poblada del mundo (excepto, posiblemente, el norte de China). Los valles de los ríos Supe, Pativilca, Fortaleza y Huaura tienen varios sitios relacionados.
2 Los hombres de Paiján fueron pescadores, cazadores y recolectores que vivieron en el Holoceno Temprano, hace unos 12 mil años, cuando en los Andes todavía no se practicaban actividades productivas (agricultura y ganadería).
3 Entre las publicaciones que trabajó el arquitecto Williams, “Arquitectura y Urbanismo en el antiguo Perú: 7.000 años de historia” (1994) sigue siendo fuente trascendental de información, la cual reviso constantemente para entender y ordenar mis ideas en relación a los factores determinantes de la ocupación que experimentó nuestro territorio en los últimos 10.000 años.
4 La tecnología más comúnmente asociada con los neandertales es la Musteriense y duró desde hace 150.000 años hasta hace unos 27.000. La caja de herramientas musteriense consistía en objetos tales como hachas de mano, tajadores (choppers), raspadores, cuchillos y puntas de lanza.
5 La dualidad andina se entiende como la oposición entre dos esencias complementarias, es decir, todos los opuestos se complementan y establecen una triple alternativa, la cual le otorga al sujeto andino el único “espacio” en que puede vivir. La Dualidad, Hanan y Urin (ó hahua y uku), respectivamente; se basa en el principio de que todo se transforma, debido a que la naturaleza y el espacio no es algo inmóvil o inmutable, sino algo que está en cambio constante en continuo movimiento, algo que se renueva y se desarrolla incesantemente; en ese sentido, todo se halla en relación, la naturaleza y el espacio es un todo articulado y único, en el que los objetos y los fenómenos se hallan orgánicamente vinculados unos a otros, dependen unos de otros y condicionan los unos a los otros.
6 Los trabajos de la historiadora María Rostworowski son de suma importancia para la aproximación a lo sucedido en las etapas pre coloniales un nuestro territorio andino.

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ENSAYOS PERSONALES I
Fernando Freire Forga, arquitecto.
Trujillo, mayo de 2023.

Fernando Freire Forga
Fernando Freire Forgahttp://www.fernandofreirearquitecto.com/
Fernando Freire Forga nace en Lima el 21 de marzo de 1977. Entre los años 1994 y 2000 realiza estudios de arquitectura en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas en la misma ciudad. En 1999 obtiene el primer premio en el Concurso a nivel nacional organizado por PROCOBRE-PERÚ con la tesis: Edificio Automatizado de Oficinas: “Usos del Cobre en la Arquitectura”. Ha realizado estudios de Doctorado sobre Arquitectura Moderna en la ETSAB, Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona en la Universidad Politécnica de Cataluña, España. Actualmente , se encuentra inmerso en el desarrollo de trabajos de recopilación e investigación de Arquitectura Moderna en el Perú. Es docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú y se desenvuelve como proyectista de manera independiente.
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