Hoy en día, casi todos tenemos la sensación de que no hay suficientes horas al día para hacerlo todo. Las tareas del trabajo crecen y crecen. Además están las cosas que hay que hacer en casa, y los compromisos con la familia y los amigos. Y las cosas que queremos hacer porque nos gustan o porque nos apetece.
Las agendas y las listas de tareas del día con prioridades, ya no nos ayudan a organizarnos eficientemente. Nuestra cabeza está llena de cosas pendientes e inacabadas, que nos distraen constantemente, nos hacen perder el tiempo y nuestras energías, y nos provocan ansiedad y estrés.