Cinco cerros confinan el centro histórico de la ciudad de Concepción, ubicada en la zona centro sur de Chile. Cada cual con su propia forma, escala, contexto e historia. Los cerros Amarillo, Caracol, Chepe, La Pólvora y la Virgen constituyen los hitos de un invisible recorrido perimetral por la ciudad, el cual rodea otro sendero, aquel que nace entre los cerros de la Universidad de Concepción, principal centro educativo de la región, y avanza por el boulevard Barros Arana, calle que atraviesa por el centro la ciudad, hasta el borde del río Biobío, eje fluvial que parte en dos el área metropolitana del Gran Concepción. Cada uno de estos cerros es una referencia para quien transita, tal como un faro en el litoral es un aviso para los navegantes. Es señal y resguardo para quien observa a la distancia, un vigía anónimo provisto, por qué no, de un catalejo. A partir de esa imagen, ideamos una ruta hipotética entre los cerros de Concepción, para que aquel observador pueda recorrerlos, percibiéndolos como destinos que acogen, refugios para contemplar y ser contemplado, permanecer y avanzar, como lugares de encuentro y soledad.
Concretamente, planteamos aquí una intervención específica para cada cerro, que no pretende actuar como una respuesta definitiva, sino como una pregunta abierta -en lenguaje de proyecto arquitectónico- en relación a un problema aún inexistente: la consolidación de un nuevo recorrido para Concepción. Así, presentamos un objeto autónomo, sólo definido por las leyes que demarcan su contexto inmediato y que exigen que el espacio contenido tenga un uso determinado dentro de los márgenes de su escala y forma. Cada propuesta es, por sí misma, capaz de acentuar u otorgar significado a un lugar, o bien, desde una mirada de conjunto, ser la referencia, la señal, para comenzar, continuar, permanecer o finalizar un nuevo itinerario por los cerros de Concepción.
La publicación Catalejo inicia con una introducción a cargo de Sergio Leonardo Baeriswyl Rada, premio nacional de urbanismo del gobierno de Chile, quien abre esta propuesta de la oficina Azocar Catrón, comenzando el visionado de una serie de propuestas arquitectónicas, puntos o referencias dentro de un recorrido perimetral al centro de la ciudad de Concepción a través de sus cerros. Si bien este trabajo se plantea desde un punto geográfico determinado y debe su naturaleza a este, es también un planteamiento que deriva en una pregunta, un cuestionamiento sobre las formas en que la arquitectura pueda entrar a pensar –plantear- la ciudad y las maneras en que se desarrollan los cuerpos urbanos.