En uno de los Poblados Dirigidos de Madrid, desarrollados entre 1956-1966, se encuentra la Casa Feliz. Más específicamente, Fuencarral C fue proyectado por José Luis Romany como una combinación tipológica residencial que incluía unifamiliares en hilera y bloques lineales. Con la llegada de una nueva familia en 2023, que consta de dos adultas, dos recién nacidas y una coneja, la Casa toma un nuevo rumbo para adaptarse a las necesidades contemporáneas de un barrio que lucha por encontrar la paz en medio del cercano nudo de circulaciones en el que está ubicado al Norte de Madrid.
La Casa había sido alterada cuando la familia la adquirió. El patio había modificado su perímetro en forma de U para convertirlo en un trastero. Su fachada inferior se había movido y ya no guardaba el soportal que antaño la caracterizaba. Las contraventanas correderas se habían sustituido por un gran toldo y el paramento de ladrillo visto había sido ocultado por tirolesa blanca. Sus anteriores usuarios habían vivido mucho aquella casa y, en consecuencia, la realidad se había alejado de lo proyectado un día.
La rehabilitación de esta vivienda se centra en 6 estrategias. La intención principal es recuperar el espíritu original de la edificación, así como adaptarse a las necesidades contemporáneas de sus nuevas habitantes y los recuerdos materiales que las acompañan.
La Casa se prepara para una segunda vida que acogerá a un grupo de seres vivos que requieren de una serie de objetos materiales que son indispensables para el desarrollo de sus dinámicas diarias.
Las estrategias planteadas
· Eliminación de añadidos volumétricos y recuperación de la característica fachada de ladrillo visto, así como de sus celosías.
· Inserción de dos pórticos estructurales, uno como núcleo de comunicaciones y otro como ampliación de la estancia común principal.
· Actualización de instalaciones mediante aerotermia.
· Apertura total de la fachada occidental para la generación de un salón de verano, así como la conexión intermitente de las habitaciones ubicadas encima del mismo.
· Aprovechamiento de la volumetría a dos aguas.
· Colores vivos (naranja y verde) y materiales naturales (cerámicos, madera y metal) para una mejor conexión con el entorno.
Diferentes etapas
Esta casa acogerá diferentes etapas de la vida de una familia, que irán mutando en torno a sus pequeñas recién nacidas. Una gran habitación albergará sueños y juegos para las gemelas, pero se dividirá en dos cuando ellas decidan descansar por separado.
Una cocina con espacio para comer en trona, que evolucionará a una cocina+estudio para poder leer en compañía de las mamás mientras cocinan. Una sala de estar que se protege con una gran celosía en verano, para abrirse de lado a lado cuando el exterior y el interior necesiten estar conectados.
Los pájaros suenan desde el sofá, las hojas se proyectan en la pared de la habitación y unas rendijas de sol se cuelan entre risas y tropiezos de los primeros pasos. Una casa para ser habitada. Una casa en la que generar recuerdos. Una casa para crecer y reír.
Obra: Casa Feliz
Autoras: Conjuntos Empáticos (Sálvora Feliz + Tomás Pineda + Marta Benito + Laura G Caballero)
Colaboradores: Emilio Prado, Gabriel Millán, Cristina Pardo y Alexandra Escalante
Estructuras: Mecanismo Ingeniería
Fotografia: Estudio Balloon (Javier de Paz)
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