Construida en el mismo terreno que la primera residencia del arquitecto (1942), la casa está situada al fondo del solar, dentro de un jardín. Concebida como un volumen lineal, presenta una cubierta inclinada a dos aguas hacia dentro que genera una gran altura libre en la sala de estar y una segunda planta en el extremo del edificio, donde se ubicó un estudio. Apoyado sobre pilotis, este espacio vidriado cubre una pequeña terraza que realiza una transición sutil entre los espacios interiores y los exteriores de la casa. Inspirado en la levedad aérea de la arquitectura carioca, este proyecto mantiene, sin embargo, algunas de las referencias wrightianas de la primera casa, como la obra de fábrica de ladrillo visto, y la organización de la convivencia en torno a centros generadores de calor, como la chimenea y la cocina. Es interesante observar que, a pesar del dominio de las superficies de vidrio, que confieren a la casa un carácter extrovertido, la sala de estar está protegida por paredes bajas y se orienta visualmente hacia el estudio y la terraza del fondo.
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