Muchas veces los chistes -ya sean gráficos o no-, las caricaturas y en general el humor refleja mejor lo real que otras representaciones consideradas más «serias».
Como se sabe, una buena comedia, por ejemplo de Ernst Lubitsch o Billy Wilder, es más «política» que una película de algún cineasta afecto a un cine perteneciente a un género más «comprometido».
Este es el caso del dibujo humorístico que acompaña este comentario, publicado en la revista International Photographer en 1929, y que refleja el caos que se produce en un estudio cinematográfico cuando la preparación de un plano no se ha finalizado y es necesario comenzar el rodaje.
Este es el momento en que los culpables parecen ser los técnicos del departamento de arte: el director artístico, el ambientador, el atrezista y los constructores de decorados, es decir, carpinteros, escayolistas, pintores; mientras el todopoderoso director de fotografía espera impaciente.
Siempre se ha de recordar que el Cine es un trabajo en equipo y que una parte fundamental de ese equipo es el relacionado con la creación y/o transformación de los espacios que van a aparecer en las pantallas, y que por su propia naturaleza creativa son profesionales que están muy relacionados con la arquitectura.
Jorge Gorostiza, arquitecto. Autor del blog Arquitectura+Cine+Ciudad
Santa Cruz de Tenerife, octubre 2013