El artista coruñés afincado en Londres Pablo Menéndez expone en el café de Macondo una muestra de edificios desahuciados.
“Tiene un punto de peligro, de deporte de riesgo, que es bastante atractivo”. Así explica el contenido de su primera exposición fotográfica el artista coruñés Pablo Menéndez. Tras varios años de dedicación a la pintura y un exilio poco o nada forzado a Londres, donde es profesor de Educación Especial, Menéndez inauguró el domingo en el café de Macondo una muestra que recopila imágenes de edificios abandonados.
La casa Bailly en O Graxal, una escuela desahuciada en un pueblo de O Courel y fábricas londinenses componen una exposición que reflexiona sobre “el abandono patrimonial derivado por distintas causas como la falta de fondos o la simple dejadez”. Para el artista coruñés, los espacios deshabitados “tienen una carga poética muy fuerte”. “Al entrar en estos lugares notas un sentimiento de ausencia tremendo y te empiezas a montar películas en la cabeza sobre los motivos del abandono”, asegura Menéndez.
El propio artista reconoce que tuvo que navegar por internet para encontrar varios de lugares que finalmente aparecen en la exposición y que no tuvo muchos problemas para entrar en los lugares retratados. “Hubo que negociar con algún guardián y en un sitio apareció gente muy reticente a dejarme pasar porque creían que era un periodista que iba a sacar un reportaje sobre una urbanización de lujo que se iba a edificar en el lugar”, reconoce el fotógrafo.
Gracias a la insistencia de dos ilustres fotógrafos coruñeses, Vari Caramés y Amador Iravedra, la muestra que recopila los silencios interiores encontrados por Menéndez pudo ver la luz el pasado domingo. La oportunidad para descubrir la soledad de unos lugares de película se termina el próximo 14 de enero.
+ www.laopinioncoruna.es
