Sólo puedo hablar de lo que no conozco. Lo hago desde la figuración estricta. Personas y cosas en el momento en que menos se parecen a sí mismas, cuando, como sumergidas en una corriente profunda, se pudiera vislumbrar un cambio, quizá la sustitución de una esperanza por otra, o ese momento en que un viaje en columpio anula el porvenir.
Un hombre hace flexiones, en un salón, con el rostro de otro, y pese a lo que pudiera parecer no es pintura narrativa, aunque éste y otros instantes capturados sean parte de una narración que nadie sabe, y sus protagonistas menos, hacia dónde se dirige o de dónde viene. Son los tiempos muertos que acompañan a los propósitos. Algunos proceden de la realidad, otros no. Se revelan en las deshoras.
Obra: Deshoras
Autor: María Martín Carmona
Año: 2009
Emplazamiento: A Coruña
Fotografías: María Martín Carmona
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