En esta ocasión, hemos tenido la oportunidad de hablar con Vicente Sarrablo, es catedrático de Construcciones Arquitectónicas, director de la Cátedra Cerámica de Barcelona y director del Área Técnica en la Escuela de Arquitectura de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC Barcelona). Sarrablo es un experto reconocido en materiales arquitectónicos y técnicas de construcción, especialmente en el ámbito de las fachadas de ladrillo cara vista.
En esta entrevista, Vicente Sarrablo ofrece reflexiones sobre el sistema constructivo de las fachadas de ladrillo cara vista y discute su importancia en el sector de la construcción.
Estamos encantados de tener la oportunidad de hablar con Vicente Sarrablo. Comencemos con lo esencial: ¿Podría darnos una visión general del sistema constructivo de fachadas de ladrillo cara vista y definir, según usted, el papel que debe desempeñar esta solución en el sector de la edificación?
A los arquitectos nos interesa el ladrillo cara vista por cinco motivos: ofrece buenas prestaciones, no resulta caro, presenta una gran variedad de soluciones, envejece muy bien y permite una innovación formal, cromática y de texturas que sigue sorprendiendo, tal como se puede comprobar si se echa un vistazo a los Premios Hispalyt o a los Brick Awards Wienenberger.
El ecosistema de fachadas de ladrillo cara vista ha presentado algunas soluciones innovadoras en los últimos años, sobre todo dando respuesta a la industrialización de la edificación y a la ola de rehabilitación, como Termoklinker, Flexbrick, IRIS y MAPS. ¿podría explicarnos las ventajas y recomendaciones que ofrece este ecosistema?
Es todo un orgullo que los fabricantes españoles de ladrillos cara vista ofrezcan estas soluciones en un momento crucial en el que el mercado está demandando más construcción industrializada.
Nadie esperaba hablar de ladrillos cuando ha surgido esta demanda y sin embargo ahí tenemos estas cuatro propuestas que rompen con el prejuicio de su excesiva dependencia de la albañilería, de la ejecución pieza a pieza con mortero.
Son soluciones que demuestran una colocación veloz y sencilla porque lo complejo ya se ha ejecutado previamente en un taller de montaje mientras en obra se disponen fácil y rápidamente, con una grúa en el caso de los sistemas MAPS y Flexbrick o con operarios que no requieren una pericia manual en los casos de Iris y Termoklinker.
Otro de los grandes retos del sector es la componente medioambiental en la construcción de nuevos edificios, ¿cómo responde esta solución constructiva a esta demanda de los arquitectos y proyectistas?
La asociación de fabricantes Hispalyt ha realizado una excelente labor en el desarrollo de la Declaración Ambiental de Producto (DAP) de los ladrillos cara vista (y de los demás productos cerámicos) y promueve una construcción más sostenible asociándose a entidades estratégicas como el Green Building Council España (GBCe) o la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP).
Además de estas promociones medioambientales, los arquitectos conocemos una de las grandes ventajas que ofrecen los productos cerámicos: su inercia térmica. Y con ella se consiguen buenos diseños bioclimáticos bajo el estándar Passivhaus o el de Edificios de Energía de Consumo Casi Nulo.
El ladrillo cara vista es una seña de identidad de nuestras ciudades. La aparición en el mercado de otras alternativas constructivas para la rehabilitación y mejora de la eficiencia energética de los edificios está provocando una pérdida del patrimonio arquitectónico. ¿Cuál es su opinión respecto esta circunstancia?
Me adhiero a las declaraciones escritas por el catedrático Miguel Ángel Alonso del Val en el número 83 de la revista conarquitectura en el que advierte del peligro que supone un excesivo e indiscriminado uso de los recubrimientos SATE con acabado de mortero sobre esa arquitectura anónima pero definitoria de la identidad cultural de nuestros paisajes urbanos.
Se puede y se debe mejorar la eficiencia energética del parque inmobiliario añadiendo mayor aislamiento térmico a los cerramientos de los edificios, pero cuidando el aspecto final para no “tapar” los acabados originales en ladrillo o piedra. Y ya he comentado anteriormente que existen en el mercado soluciones SATE industrializadas que pueden aportar esos acabados del patrimonio arquitectónico.
Como catedrático de la Escuela de Arquitectura de la Universitat Internacional de Catalunya, ¿qué trabajo se realiza desde el ámbito de la educación para que los futuros arquitectos sean conocedores de las ventajas de las soluciones constructivas con ladrillo cara vista?
Ya hace muchos años que imparto en el Grado de Arquitectura un curso de construcción sobre materiales cerámicos en la arquitectura: ladrillos, tejas, adoquines, tabiquería cerámica, aplacados, etc.
Lo hago, primero, para compensar la dominación en los temarios del hormigón, el acero y el vidrio, segundo, para combatir el prejuicio que lleva las soluciones con ladrillo sólo a la construcción tradicional, mostrando arquitectura contemporánea con acabados latericios de altísima calidad de diseño e innovación y, por último, para defender un vínculo muy arraigado de estos materiales con nuestra cultura arquitectónica.
¿Podría destacar algún proyecto arquitectónico que le haya llamado la atención por su innovador uso de la fachada de ladrillo cerámico en los últimos años?
La University of Technology en Sydney de Frank Gehry me sirve para mostrar cómo, incluso para revestir formas complejas, se puede usar el ladrillo cara vista de manera desenfadada y espectacular.
El incendio ocurrido en el edificio de Campanar de Valencia, ha puesto en alerta a la sociedad que se pregunta acerca de si los materiales de sus viviendas son seguros ¿Qué diría acerca de la seguridad de los edificios construidos con fachada de ladrillo cara vista y tabiques interiores de ladrillo?
No hace falta insistir mucho para que, tanto los usuarios finales como los técnicos de la construcción, reconozcamos que un material cerámico es incombustible y no propaga las llamas de un incendio ni en fachada ni en interiores. Es más, puede resultar una eficaz barrera. Precisamente en mis clases les muestro a mis alumnos la ventajosa resistencia al fuego de los tabiques cerámicos en comparación con los de entramado metálico.
¿Qué cambios cree que habría que aplicar en España para mejorar la seguridad de los edificios y evitar desastres como el del edificio de Campanar de Valencia?
Para empezar, creo que debería exigirse el uso de muros o tabiques con ladrillos cerámicos como mínimo en las paredes de separación entre viviendas; una solución de cortafuegos que cualquier bombero aplaudirá.
Y también para los cerramientos de fachada podemos aplicar medidas de cortafuego aprovechando la incombustibilidad de los materiales cerámicos, una prestación imprescindible que ahora nos parece obvia después de la tragedia de Valencia.