Contexto
La ciudad de Calella está formada por un entramado de construcciones entre medianeras, muy habitual en la costa catalana. Se denominan ‘cases de còs’ se caracterizan por tener cuatro o cinco metros de ancho, dos o tres plantas, mucha profundidad y suelen tener un pequeño patio al interior de la manzana.
Condicionantes
El encargo no solo consistía en la construcción de una vivienda, sino que además tenía diversos condicionantes como punto de partida.
Por un lado, en la vivienda tienen que convivir una mujer y su madre. Además, el proyecto tiene que insertarse en una parcela muy estrecha (4,00m) y muy profunda. Esto condiciona en gran medida las circulaciones verticales y la entrada de luz a las partes centrales de la casa.
Programa y estrategias
Es estableció que la madre habitaría los espacios en planta baja y la hija las plantas superiores. La primera dispondrá de acceso directo tanto a la calle como al patio interior. La hija dispone de un programa de cocina, estar, comedor y habitación en un mismo espacio y una sala para invitados y yoga en la planta superior.
A causa del ancho de la parcela se plantea un trabajo en sección donde los niveles del programa permiten una relación directa entre los espacios a la vez que facilitan la entrada de luz en todas las estancias.
En planta baja las diferentes alturas de los techos determinan los diferentes usos que se pueden dar en cada espacio dentro de una planta libre y diáfana. En las plantas superiores el cambio en los niveles de suelos y techos configuran los diferentes espacios a la vez que los dotan de diferentes grados de privacidad. Se pretende que la casa sea lo más flexible posible y que estas diferentes situaciones permitan usarla de muchas formas diferentes a lo largo de su vida. El programa trata de dar respuesta a los requerimientos de privacidad sin renunciar a dotar a la intervención de un carácter unitario.
Se buscan visiones cruzadas en diagonal de manera que en todo momento se controlen todos los espacios de la vivienda, evitando las barreras visuales que limitan el espacio. Desde el acceso a la vivienda -a doble altura- se tiene una visión directa de la vivienda de la madre -en planta baja- y de la hija en diagonal hacía arriba. Desde este espacio se entrevé toda la dimensión de la intervención.
Las escaleras ascienden por la casa mostrando las diferentes posibilidades que ofrecen los distintos espacios. La estructura aparece y desaparece, mostrando las vigas como apoyo de vida, de vegetación apoderándose de los elementos estructurales y vitales.
Materialidad
Construcción tradicional con materiales de proximidad y mano de obra local. Existe una intención manifiesta en el proyecto de expresividad de todo el proceso a través de la sinceridad estructural, así como de los materiales utilizados.
Se busca una construcción honesta, sencilla, fácil, que combina la naturalidad y espontaneidad de los materiales con la capacidad que aparezca el inesperado. Se busca que cada elemento muestre sus irregularidades, su carácter, se explique de forma muy natural. Así, materiales tradicionales utilizados por la arquitectura popular como la cerámica, el hormigón, el yeso, la madera; se muestran con total sinceridad y expresividad dándole al proyecto mucho carácter a la vez que domesticidad.
Sostenibilidad
Finalmente, la construcción se plantea desde el punto de vista de la sostenibilidad. Por voluntad de los clientes, la casa tiene que ser lo más económica posible, pero sin renunciar a cierta calidad espacial ni a la eficiencia energética. Se plantean estrategias pasivas para minimizar el impacto medioambiental. Mostrando un compromiso en el contexto actual donde los edificios tienen que tener el menor impacto posible en nuestro entorno con la mejor gestión de los recursos posibles.
Se realiza una construcción con muros de carga de termoarcilla y forjados de viguetas de hormigón y bovedilla cerámica para dejar vista. Se utiliza el yeso en aquellas zonas que se necesiten, como para poder pasar las instalaciones. Se evita colocar capas por el pavimento, utilizando como acabado el propio forjado pulido.
Los materiales se muestran en todo su esplendor.
Construcción
La vivienda se proyecta siguiendo los criterios del estándar Passivhaus, así cuenta con el aislamiento térmico adecuado, evitando puentes térmicos, así como ventanas de doble vidrio con cámara de gas argón, bajo emisivas y de control solar. Dotando a la envolvente de altas prestaciones térmicos y acústicas.
Se recupera una construcción artesanal mediante la termoarcilla, que además de aumentarnos las prestaciones térmicas, se trata de un material natural, sostenible, con lo que la huella ecológica de la vivienda es la mínima posible en producción de CO2.
Obra: CASA 1819_HY
Autores: Albert Brito, Inma Hervés, Paula Poblet
Año de construcción: 2019
Emplazamiento: Calella, Barcelona
Fotógrafo: Luis Díaz Díaz
+ albertbrito.com