‘Bravos’ destaca el trabajo de ’21 cracks’, escogidos por Juli Capella.
Magdalenas de cerámica en las que se pueden guardar recuerdos (creadas por diez+diez); mascotas de plástico polivalentes de El último grito; y una casa nido para aprender a vivir en la naturaleza diseñada por Azúa. Éstos son algunos de los diseños, raramente entendidos por el público, que el arquitecto Juli Capella recoge en su libro sobre el diseño español de vanguardia ‘Bravos’ (editado por Lunwerg).
Mascota con ojos de semilla de vegetales diseñada por Guixe
Ay, el diseño y su incomprensión. En realidad, es sencillo. El diseño debe «resolver eficazmente los que promete» explica Capella. «Es decir: si se llama ‘silla’ debe dar asiento y que no te caigas, si se llama ‘abre fácil’, tiene que abrir fácilmente y no cortarte la mano». Y a partir de ahí, empezaremos a hablar.
Y sin embargo, a pesar de ese punto de partida tan moral y tan sencillo, apenas hay una constancia pública del valor del diseño español. Capella se lo toma con paciencia: «El diseño es creativo, nuevo y emergente, y aún no tiene la tradición de la pintura, la arquitectura, o el cine».
¿Y el nivel es es bueno? ¿Es España uná potencia en esto del diseño, igual que lo es en la arquitectura? Más de lo que pensamos. «El diseño de vanguardia, solo triunfa en pequeñas élites. Y, en todo caso, desde ahí se expande progresivamente. Está claro que en España, no hay masa suficiente para arropar y proyectar un movimiento vanguardista, no hay ni investigación ni ambiente propicio» Eso sólo sucede en las grandes capitales de la moda donde se marca el estilo: Milán, Londres, Tokio, Nueva York. Pero que nadie se desmoralice: el mundo es ancho y los diseñadores españoles «han encontrado un circuito comercial o cultural más propicio y generoso». Bien hecho: «Aquí se morirían de asco» comenta Capella.
Por eso, ‘Bravos destaca el trabajo de «21 de nuestros ‘cracks’ en el diseño».
Jordi Capella titubea a la hora de elegir los diseñadores españoles más relevantes que aparecen en su libro. «Imposible. Sería como elegir entre mis ahijados», dice. Pero insistiendo un poco más destaca a tres que han logrado gran proyección internacional. El primero es Jaime Hayón, afincado en Londres. «Es nuestro mariscal del siglo XXI». También está Patricia Urquiola, «que desde Milán está creando un universo personal muy ligado con la nueva artesanía». Y Martí Guixé «que es un francotirador muy singular que se autodefine como ‘exdesigner’».
Es decir: dos exiliados y un ‘outsider’. Capella reconoce que, a la hora de la verdad, «apenas hay empresas que crean en sus productos, los editen y distribuyan. No confundamos la abundante y folclórica presencia del diseño en las revistas y dominicales, con su realidad económica o social».
Y Capella vuelve a ponerse ético: «La clave para el éxito en el sector es ser honesto, añadirle estética, un productor competente, un distribuidor espabilado, un precio competitivo, una buena difusión mediática, y sobre todo tener mucha suerte. No existe ninguna fórmula infalible, pero lo que si está garantizado es que sin diseño, no hay triunfo posible. Así nos va»
marta jurado