Como tizón quemado es una agilización del proceso creativo de Christian García Bello (A Coruña, 1986) hacia la rotundidad contenida del gesto, y hacia la severidad a ultranza de un carácter en evasión concreta y ciertamente radical. Esta evasión es fidelidad hacia uno mismo, hallazgo de lo temporal que tiende y se estratifica hacia lo superior; y es atributo de la individualidad trascendente que, además de la integridad que se le exige, es también producto de la inflexión de la reflexión y su conversión en objeto: la materialidad tridimensional, no equívoca y, menos aun, derivativa y desinencial, en la cual refugiarse, hallarse, y refundarse. La complexión no banal de la instalación site-specific establece una unidad lógica con el espacio (vacío, luz y ciertas perspectivas aparentes) que particulariza el medio envolvente, y lo torsiona en una sucesión de tensiones verticales y horizontales reivindicativas de una geometría pura y razonada. Y la utilización de la madera, del grafito, de la cuerda, texturiza esa armazón primaria, insistente y focal, afirmación de lo inviolable del hombre y de su unicidad sustantiva.
«Mi individual Como tizón quemado, comisariada por Alberto Carton, permanecerá expuesta en el CGAC hasta el 14 de junio. En ella presento una serie de piezas inéditas y específicas para el espacio que caminan entre la escultura y la instalación y que son fruto de un largo trabajo de taller y en paralelo al proyecto Finisterre/Land’s End becado por el Injuve en su convocatoria de 2013. En ellas continúo mi exploración sobre los ejes de mi trabajo: el individuo ante el paisaje y su propia existencia. Para ello me valgo de materiales ya habituales en mi trabajo de los últimos años como son la madera (tratada con pigmentos minerales como el carbón o el grafito), el metal, la cuerda y el sayal de lana.»
En palabras de Alberto Carton:
«Como tizón quemado es una agilización del proceso creativo de Christian García Bello (A Coruña, 1986) hacia la rotundidad contenida del gesto, y hacia la severidad a ultranza de un carácter en evasión concreta y ciertamente radical. Esta evasión es fidelidad hacia uno mismo, hallazgo de lo temporal que tiende y se estratifica hacia lo superior; y es atributo de la individualidad trascendente que, además de la integridad que se le exige, es también producto de la inflexión de la reflexión y su conversión en objeto: la materialidad tridimensional, no equívoca y, menos aun, derivativa y desinencial, en la cual refugiarse, hallarse, y refundarse. La complexión no banal de la instalación site-specific establece una unidad lógica con el espacio (vacío, luz y ciertas perspectivas aparentes) que particulariza el medio envolvente, y lo torsiona en una sucesión de tensiones verticales y horizontales reivindicativas de una geometría pura y razonada. Y la utilización de la madera, del grafito, de la cuerda, texturiza esa armazón primaria, insistente y focal, afirmación de lo inviolable del hombre y de su unicidad sustantiva.»
Como tizón quemado
Artista: Christian García Bello
Comisario/a: Alberto Carton
6 marzo – 14 junio 2015
CGAC
Rúa Valle Inclán, 2, 15703 Santiago de Compostela, España