“La construcción de un país” muestra un recorrido por unas sesenta y cinco maquetas de edificios construidos en España por arquitectos españoles desde la transición hasta nuestros días. No es objeto de esta exposición mostrar una colección exhaustiva de todo lo que se ha construido en el país, sino centrarse en aquellas arquitecturas que han marcado la historia reciente de la arquitectura española, tanto por la calidad y la singularidad de su propuesta como por el legado que ha podido dejar en obras y generaciones posteriores.
Este recorrido incluye arquitecturas de todas las Comunidades Autónomas intentando romper la clásica polaridad entre Madrid y Barcelona, evitando a su vez no repetir ninguna autoría y, en la medida de lo posible, incluyendo obras construidas por mujeres. Puesto que uno de los criterios importantes en la selección es que la obra está construida, una fotografía de cada pieza acompaña a cada maqueta, no solo para reconocer esta en la obra construida, sino para facilitar la lectura de la arquitectura a un público no especializado.
Las maquetas proceden en su mayor parte de los estudios profesionales de los arquitectos, aunque unas pocas están en manos de instituciones y buen paquete proviene de la Fundación Mies van der Rohe de Barcelona. De formato diverso y presentadas de diferentes maneras, el montaje resuelve esta heterogeneidad para construir un único paisaje siguiendo una línea cronológica.
El altillo de la sala está reservada a aquellas arquitecturas fruto del entusiasmo de la construcción de un nuevo país democrático, en una época en la que el arquitecto no sólo gozaba de un respeto en la sociedad, sino que todavía contaba con un gran poder de decisión, un poder similar al que se tenía durante final del régimen franquista. Esta etapa estuvo presidida por dos grandes hitos que transformaron el país: la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona, ambas en 1992. Vista ya con cierta distancia desde el presente, esta parte de la exposición casi presentaría una especie de ideal inalcanzable para las generaciones actuales, una suerte de arqueología de un pasado no tan lejano en el tiempo, pero sí en sus logros.
La sala principal presenta un paisaje de maquetas de la arquitectura más estrictamente contemporánea, aquella que todavía la están construyendo estudios en activo, y que, agrupadas por afinidades, presentan a las generaciones que han construido el país desde más o menos la entrada de la Ley del Suelo de 1996, y la liberalización del suelo, que casi vendría a coincidir con el “efecto Bilbao”, hasta aquellas otras que han construido después de la crisis financiera, y especialmente inmobiliaria en España, de 2008; es decir, desde el entusiasmo de que todo era posible hasta la precariedad actual de la profesión.
La exposición puede visitarse en La Arquería hasta el próximo 31 de marzo (Madrid, España).