En el año 1971, durante los últimos tiempos de la dictadura franquista, el International Council of the Societies of Industrial Design (ICSID) celebra su VII congreso en la isla de Ibiza. Lo que hasta entonces había sido un acontecimiento de carácter eminentemente profesional se transforma, en su edición ibicenca, en algo más parecido a un festival multimedia.
Durante los días del congreso se suceden las intervenciones artísticas, los conciertos y las conversaciones que abordan temas no solo relacionados con el diseño, sino también vinculados a la arquitectura, el urbanismo, la producción artística, y a cuestiones filosóficas diversas. El congreso se desmarca voluntariamente de sus sedes habituales, ocupando habitaciones hoteleras y abriéndose a la población en la bahía de Sant Miquel.
Muchas de las personas que se acercaron a la isla con el convencimiento de que allí “estaba pasando algo” se alojaron en la Instant City, una arquitectura neumática hinchable y efímera que acabó convirtiéndose en un enclave donde ensayar nuevas formas de vida en común.
http://vimeo.com/88760549
Construir castillos con el aire: la Ciudad Instantánea de Ibiza | jotdown
Desconozco cuál será la imagen que tienen ustedes de la isla de Ibiza. La mía, desafortunadamente, es la de una especie de hipernodo
del entretenimiento juvenil más descerebrado. Un macrocentro comercial
—muy comercial— basado en la exportación de vaporosos vestidos blancos,
la idolatría de la música remezclada en detrimento de sus compositores, y
la promesa de una actitud sexual desprejuiciada que, al menos en mi
caso, no pasó de promesa. En definitiva, en Ibiza opera un potentísimo
aparato de mercadotecnia que te vende una experiencia única y
fascinante, asentada sobre los rígidos hombros de discotecas galácticas
autodenominadas «catedrales del sonido» (sic) y los pastores que ofician
sus ritos: los DJ. Créanme, Ibiza ostenta el mayor número de DJ per
cápita del planeta; hay DJ en discotecas (claro), pero también en bares,
en restaurantes, en pizzerías, en el McDonald’s y hasta en los quioscos
de prensa.
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Pedro Torrijos
http://goo.gl/A06Bjb