Rehabilitación de un antiguo edificio en el casco histórico de Santiago de Compostela con tres fachadas que rematan una manzana alargada y estrecha.
La propuesta mantiene los elementos que definen su tipología y centra su actuación en una distribución sin apenas recorridos, que organiza en abanico las plantas de habitaciones, todas ellas diferentes aunque con las mismas cualidades de galería, balcón y superficie.
Se trata de la rehabilitación de un antiguo edificio en el casco histórico de Santiago de Compostela. Sus tres fachadas rematan una manzana alargada y estrecha entre la rúa Altamira, la plaza de santo Agostiño y el mercado. En su día, planta baja y primera fueron un comercio, el resto, viviendas, incluso en el bajo cubierta.
El acceso principal se sitúa en rúa Altamira, casi una planta por encima de la plaza del mercado. La distribución de usos se completa con un sótano accesible desde el local comercial en el que hay dos grandes columnas de piedra y un pozo. El solar sobre el que se asienta el edificio está ocupado totalmente por ella y tiene una superficie de 174m².
La propuesta mantiene los elementos que definen su tipología: estructura de forjados, posición de la escalera en la medianería, fachadas y volumen.
El exterior es lo que ha sido hasta ahora: sillería de granito, entrepaños de mampostería tratados a la vista, galerías y puertas balconeras de pino tea pintada y balcones de fundición. También, en cierto modo, mantiene la distribución original de los usos: el restaurante en planta baja, la recepción en el portal de rúa Altamira y las habitaciones en plantas superiores.
La intervención se centra en tres actuaciones principales: la definición de un bloque de mármol tallado que resuelve y relaciona restaurante y recepción, lo que permite un funcionamiento muy claro entre las zonas más públicas sin apenas recorridos; el planteamiento de un distribuidor en abanico en las plantas de habitaciones, todas diferentes aunque con cualidades similares (galería, balcón, superficie) y, por último, el tratamiento de la escalera y ascensor como un único elemento translúcido que introduce luz día en el espacio más alejado de las fachadas.
Permanece el pequeño sótano con dos columnas de piedra y el pozo, las verjas, balcones y texturas exteriores.
El color blanco se utiliza como argumento de tranquilidad, la madera de tea y fresno, de calidez en el pavimento, y ambos, se combinan en un mobiliario diseñado: mesas, bancos, armarios y cabeceros grabados para que cada habitación también tenga en su interior un paisaje diferente.
Obra: Rehabilitación de edificio para hotel en la Rúa Altamira
Autores: Juan Creus y Covadonga Carrasco
Colaboradores: Belén Salgado, Felipe Riola, Estefanía Vázquez
Promotor: Hotel Pazo de Altamira S. L.
Iluminación: Chus Cela
Aparejador: Manuel Rumbo
Constructora: Estructuras Abroeira S.L.
Estructura: Félix Suárez
Fotógrafo: Héctor Santos-Díez | BISimages
Localización: Rua Altamira 18, esquina Praza de San Agustín (Santiago de Compostela), España
Fecha de proyecto: Enero 2006
Fecha fin de obra: Septiembre 2009
Superficie útil: 743.14m² / superficie construida: 974.15m²
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