Uno de los libros editados por la conocida editorial de arquitectura ACTAR, se titula, Next Nature: Nature Changes Along with Us.1 En este provocativo volumen de referencias típicamente made in holland, es decir, imaginería contundente, ideas duras y frases cortas, quizás demasiado superficiales, se pretende con la eficiencia de la provocación, hacer hincapié en lo que Ilya Prigogine ya proclamaba hace unas décadas y que en algunas ocasiones he referenciado en diferentes textos aquí: la necesaria constitución de una nueva alianza con la naturaleza.2
El libro hace un esfuerzo por hacer comprensible la idea de superar la vieja oposición entre tecnología y naturaleza entendiendo ambos ámbitos del conocimiento como producto de una fusión necesaria. La tesis inicial es que la naturaleza entendida de la manera más tradicional posible, es decir los arboles, las plantas, los átomos o el clima, están cada vez más controlados y gobernados por la especie humana. Por tanto, lo natural así entendido, se convierte en una categoría cultural. De esta forma nuestro entorno tecnológico se hace cada vez más y más complejo e incontrolable hasta actuar como una naturaleza por si misma. También, es innegable, la fusión entre tecnología y naturaleza afecta al comportamiento de lo estrictamente natural. En otras palabras, la vieja oposición entre cultura y natura se diluye en forma de un entorno indiscernible de aquello que es natural y aquello que es tecnológico.
Desde los años 60 sabemos que el impacto humano en nuestro planeta no puede ser subestimado. El cambio climático, la explosión demográfica, la manipulación genética, las redes digitales, la constante extracción de recursos, etc. son expresiones de la relación desequilibrada entre la tecnología y nuestro entorno. Sin embargo hoy podemos ya plantearnos algunas cuestiones:
¿Cómo la naturaleza se ha convertido en uno de los productos más exitosos de nuestra época, cuando gran parte de lo que percibimos como lo natural es meramente una simulación, una idea romántica de una entidad equilibrada, armónica, inherentemente buena y profundamente amenazada?¿Cómo la tecnología, tradicionalmente creada para protegernos de las fuerzas de la naturaleza, da lugar a una nueva naturaleza, que es igual de salvaje, cruel, impredecible y amenazante como siempre? ¿Cómo somos capaces de seguir jugando con fuego una y otra vez? Pero a su vez, ¿cómo debemos actuar y negociar con esta nueva dimensión de la naturaleza?
Next Nature se divide en una serie de capítulos con forma de revista. La primera, llamada igual que el libro, Next Nature, muestra una visión a largo plazo y como deberíamos repensar la relación entre la naturaleza, la tecnología y los individuos. La segunda revista, Recreation, estudia cómo ha sido creada la imagen de la naturaleza y cuanto de lo que pensamos que es la naturaleza se corresponde de hecho a una simulación. La tercera, Wild Systems, investiga como debemos abrazar la complejidad y como debemos aprender de ella para guiar el crecimiento de las ecologías artificiales. Office Garden, la cuarta sección, muestra la manera en que servimos a nuestros sistemas, mucho más de lo que los sistemas nos sirven a nosotros. Cómo la tecnología domestica las personas y cuáles son las estrategias que se pueden emplear para crear una tecnología más humana. Supermarket, la quinta sección, pone de manifiesto cómo la producción de alimentos se ha convertido radicalmente en una cuestión de tecnología, cómo en realidad consumimos imágenes, más que productos, y cómo Nature™ es el producto con más éxito de nuestro tiempo. La sexta sección, Anthropomorphobia explora la dimensión desconocida entre las personas y los productos. Muestra cómo los productos están diseñados para imitar la gente, mientras que las personas se perciben cada vez más como productos. Por último Back to the Tribe, muestra que las nuevas tecnologías no sólo no nos separan de la naturaleza, sino también que pueden revivir antiguas intuiciones, que impulsan hacia adelante en lugar de volver a una noción primitiva de la naturaleza.
En realidad el libro plantea de fondo unas preguntas más metafísicas.
¿Seremos capaces de mejorar nuestra condición humana a partir de la nueva dimensión de la naturaleza?
Si las personas son catalizadores de la evolución, y apenas estamos empezando a entrar en sintonía con este nuevo sujeto tecno-natural,
¿estamos a tiempo de obtener una naturaleza que garantice nuestro futuro como especie?
De estas preguntas surge la necesidad que plantea el libro de explorar cómo podemos diseñar, construir y vivir en una naturaleza configurable, asumiendo como principio el fin de su dimensión enemiga y el principio de una raíz colaborativa, basada en sistemas win/win. En definitiva, una naturaleza convertida en socia.
Sin dejar de ser ciertas todas las sugerencias de las diferentes secciones del libro, sin dejar de creer que una nueva relación entre tecnología y naturaleza es absolutamente necesaria o sin dejar de investigar en nuestros proyectos y nuestra actividad docente los mecanismos que deben impulsar estos avances conceptuales, no dejo también de recordar en ocasiones el texto de Lina Bo Bardi, House In Morumbi de 1953, y recientemente recompilado junto con todos sus textos en el libro Stones Against Diamonds3 en la serie de libros recopilatorios de textos de arquitectura impulsados por la Architectural Association bajo la batuta de Brett Steele.
En pocas palabras, y traduciendo de forma libre solamente el principio del bellísimo texto, Bo Bardi, viene a relatar una relación directa y franca con la naturaleza.
«No fue visto ningún efecto compositivo ni decorativo en esta casa, con el objeto de intensificar su conexión con la naturaleza, usando los conceptos más simples posibles, con el objetivo de que tengan el mínimo impacto en el paisaje. El reto era crear un entorno que estuviera físicamente cobijado, es decir, que ofreciera protección contra el viento y contra la lluvia, pero que a su vez se mantuviera abierto a todo lo que es poético y ético, incluso las tormentas más salvajes.
La intención fue por consiguiente situar la casa en la naturaleza, poniéndola en contacto con sus peligros, sin la ostentación usual de las protecciones.»
Seguro que a la vez que debemos avanzar en la complejidad conceptual de las relaciones entre la tecnología y la naturaleza, debemos no perder de vista las relaciones más emocionales, poéticas y éticas que dice Bo Bardi, basadas en la empatía con lo natural… piedras contra diamantes.
Miquel Lacasta Codorniu. Doctor arquitecto
Barcelona, diciembre 2013
Notas
2 PRIGOGINE, Ilya, STENGERS, Isabelle, La Nouvelle Alliance, Gallimard, 1986
3 BO BARDI, Lina, Stones Against Diamonds, Architecture Words 12, AA Publications, London, 2013