En el alto de una colina como si de un castillo o fortaleza se tratase, ubicándose estratégicamente y dominando un paisaje maravilloso, esta casa genera una permeabilidad en su eje este-oeste desvaneciéndose sobre el paisaje a través de un gran espacio acristalado como quien está bajo un gran puente en la mitad de la nada… este efecto al estar en la zona más social de la casa da una especial magia y calidez a este lugar donde ver el amanecer o el atardecer puede ser toda una experiencia lúdica.
La casa se distribuye alrededor de este gran espacio con volúmenes mucho más cerrados en el eje norte-sur contrastando con el lado abierto y generando así una tensión volumétrica hacia una de las vistas, al mismo tiempo son el sistema constructivo de la casa pero que de una manera intencionada son vestidos por una piel que jugando a través de sus elementos horizontales genera una riqueza de luz y sombra que a su vez desmaterializan los volúmenes completando así en su conjunto un objeto arquitectónico vivo y en posición de “stand by”.
Diseño de James&Mau para Infiniski mostrando la mayor potencialidad posible del concepto Infiniski: diseño bioclimático, reciclaje, reutilización y reducción de materiales de construcción, materiales y sistemas constructivos no contaminantes, utilización de energías renovables.
Casa de 160m2 interiores divida en dos plantas: un salón-comedor, cocina, habitación, baño y terrazas en planta baja; Habitación principal con su baño, estar, dos habitaciones con baño compartido y terrazas en segunda planta.
El sistema constructivo funciona en base a un diseño modular, prefabricado en taller que permite limitar los gastos de transporte y de contaminación en obra. El sistema modular permite pensar la realización completa de la casa integrando posibles ampliaciones rápidas y coherentes en caso de que las necesidades de espacio del cliente vayan a cambiar con el tiempo. La Estructura consta de tres contenedores marítimos reutilizados. Un contenedor dividido en dos partes a su vez separadas sirve como soporte estructural de los dos contenedores de la planta primera. Esta estructura con forma de pórtico crea un espacio “inter-contenedores” que regala una superficie extra, de manera que con sólo tres contenedores (90m2) se consiguen 160m2. Así se reduce cuantiosamente el uso de material. A su vez el pórtico se desplaza ligeramente en un lado para crear espacios exteriores con uso de terraza.
Form follows Energy. La forma de la casa responde a un Diseño bioclimático que se adapta según la incidencia de los elementos climáticos del lugar. Así pues la casa está formada mediante un sistema de viga puente (pórtico) en planta primera que crea un vano en la planta baja. Éste se acristala en las fachadas opuestas de manera que reciban sol durante todo el día y permite una máxima ventilación. La casa (pórtico) se deforma en el eje norte-sur buscando y protegiéndose a la vez de la radiación solar del norte (hemisferio sur). La casa “se viste y se desviste” en verano y en invierno mediante una piel Solar transventilada tanto en fachadas como en cubiertas (cámara de aire de separación entre piel y fachada/ cubierta de contenedor). Se viste con la piel en verano para protegerse del sol creando un efecto de refrigeración natural pasivo. Se desviste en invierno para permitir la incidencia del sol ya sea sobre la chapa del contenedor o sobre los ventanales y crear un efecto de calefacción natural pasivo.
Se utilizaron dos tipos de piel en fachada: una a base de lamas de madera horizontales fijas y otra de pallets móviles que se pueden abrir de manera individual para controlar la radiación solar. La piel de la cubierta es una ligera malla de quitaipón según la estación del año. La piel sirve además como acabado estético que se integra en su entorno rural.
Las pérgolas, permiten controlar la entrada del sol directo a través de los ventanales. En el invierno se levantan al máximo para permitir la entrada del sol más tendido y generar un efecto invernadero en el interior. En verano se bajan más o menos dependiendo de la hora del día y de la temperatura exterior para un efecto de ventilación natural.
El Cerramiento interior está conformado por aislamiento de celulosa reciclada proyectada sobre el interior de la chapa del contenedor y acabado con paneles ecológicos de fibra de celulosa y yeso.
Con estos elementos de aislamiento térmico pasivos, y la incorporación de tecnología de energías alternativas (paneles térmico solar) la casa logra una autonomía energética del 70%.
Materiales Reciclados, reutilizados y no contaminantes:
Contenedores marítimos reutilizados 40’ High Cube para estructura y cerramientos
Pallets reutilizados para piel exterior
Madera de bosque sostenible para lamas de piel exterior
Celulosa proyectada de papel de diario reciclado para aislamiento de cerramientos
Paneles de fibra de celulosa reciclada y yeso natural para formación de paramentos interiores
Acero galvanizado reciclado para estructura de paramentos interiores
Corcho natural ecológico para aislamiento térmico ecológico bajo suelos
Contrachapado 30mm original del contenedor pulido y barnizado para suelos interiores
Madera de Laurel reutilizada de suelos de demolición para muebles de cocina y armarios
Madera de pino Oregón reutilizada de vigas de demolición para peldaños de escalera
Fallebas (barras verticales de cierre) de puertas de contenedores reutilizadas como barandilla de escalera
Pintura ecológica
Azulejos “eco-label” para alicatados de baños
La casa logra un 85% (medido en peso) de materiales reciclados, reutilizados y/o no contaminantes
Obra: Casa unifamiliar en el campo [Infiniski Manifesto House]
Autor: Jaime Gaztelu González- Camino y Mauricio Galeano Escobar [James & Mau]
Lugar: Curacaví, Región Metropolitana de Santiago, Chile.
Año: 2009
Constructor: Infiniski ( www.infiniski.com)
Energía renovable: Infiniski + Geotek
Metros construidos: 160 m2
Tiempo: 90 días
Fotografía: Antonio Corcuera
Decoración/muebles: Cómodo Studio
+ www.jamesandmau.com