El Ayuntamiento de A Coruña ha sido pionero en nuestro país. Con el objetivo de mantener la diversidad y la riqueza cultural de la ciudad, y evitar que los inmuebles se parezcan a los de reciente construcción de zonas no protegidas, ha decidido regular el uso de los Sistemas de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE).
La norma impulsada por el Concello establece que los elementos de las fachadas que se sometan a rehabilitación deben seguir
“Los criterios estéticos y de composición originales y restaurarse con idénticos materiales, colores y texturas”.
“Los barrios y centros de las ciudades no pueden perder su carácter, historia y fisonomía por el uso indiscriminado del SATE, simplemente por cuestiones económicas. Debemos trabajar conjuntamente para encontrar el equilibrio entre edificios con bajo consumo de energía y buen comportamiento ambiental y su estética tradicional. El ecosistema de ladrillo cara vista ofrece una variedad de soluciones, muchas de ellas industrializadas, para mejorar la envolvente de los edificios sin que estos pierdan su carácter e identidad”,
asegura Pedro Rognoni, presidente de Hispalyt, Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida.
Por su parte, Carlos Mato Méndez, presidente de la Mesa de Desarrollo Urbano Sostenible del Concello da Coruña, comentó que todo el SATE ha quedado prácticamente vetado en la zona PEPRI de la ciudad, mientras que en el resto
“El Concello estima que los colores utilizados en los SATE, neutros y homogéneos, contribuyen a una excesiva uniformidad de la ciudad, por lo que es conveniente que haya una regulación y se frene su excesiva instalación. Nosotros creemos que hay que tener una visión abierta, porque las nuevas tecnologías y materiales posibilitan que los SATE empleados tengan la misma imagen, estética, acabado y materiales que tenía el edificio antes de rehabilitarse”.
Centro de A Coruña
Con el objetivo de impulsar acciones como la que se ha llevado a cabo en A Coruña, Hispalyt está trabajando para que la Administración habilite ayudas para SATE con acabados cerámicos o pétreos, similares a las existentes para acabados con mortero.
“Muchas veces el hecho de no colocar un SATE con acabado cerámico se debe a una consideración meramente económica”,
explica Elena Santiago, secretaria general de Hispalyt.
“Sin embargo, las Administraciones deberían tomar en consideración las mejores ventajas y prestaciones de los acabos cerámicos en un SATE, su durabilidad y su capacidad de preservar la identidad de las ciudades, y dotarlos así con mayores subvenciones. Y en esa línea estamos trabajando”,
apunta Elena Santiago.
Estas ayudas permitirían a más propietarios y comunidades de vecinos acceder a soluciones innovadoras y sostenibles, mejorando así el aislamiento térmico y reduciendo el consumo energético, pero sin renunciar a los beneficios estéticos y patrimoniales del ladrillo cara vista.
Una segunda piel de ladrillo cara vista en la fachada
La protección de las fachadas de ladrillo cara vista es esencial para mantener la cohesión visual de los entornos urbanos, ayudando a conservar su historia y autenticidad.
En primer lugar el profesional dispone de sistemas de fachada tipo SATE con acabado cerámico, como Termoklinker. Esta solución emplea paneles que incorporan aislamiento térmico exterior y un acabado de plaqueta de ladrillo cara vista.
Por otro lado existen los tejidos cerámicos. Estas soluciones pueden integrarse en cualquier proyecto de rehabilitación. Están compuestos de una malla de acero trenzada en la que se pueden insertar diversas tramas de piezas cerámicas. La solución más conocida en este sentido es Flexbrick.
Y por último, también hay disponibles paneles que combinan un acabado exterior de plaqueta de ladrillo cara vista con aislamiento térmico en su núcleo, como Insupanel, Maps y Murobrick.
El ladrillo cara vista cuenta así con soluciones innovadoras para la rehabilitación de fachadas. Con ellas, además de mejorar la eficiencia energética y la durabilidad de la fachada, también se protege la identidad de barrios y ciudades.
“El arquitecto debe desempeñar un papel clave en la protección de esta identidad. Y con el apoyo adecuado por parte de la Administración, como demandamos desde Hispalyt, la opción de ladrillo cara vista puede consolidarse como una solución cada vez más accesible para las comunidades de propietarios”,
concluye Elena Santiago.