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Entrevista a Iñaki Bergera

Entrevista a Iñaki Bergera
Entrevista a Iñaki Bergera, en Museo ICO

Con motivo de la reciente inaugurada exposición Cámara y modelo. Fotografía de maquetas de arquitectura en España, 1925–1970’ en el Museo ICO hemos tenido la oportunidad de mantener una pequeña conversación el comisario de la exposición, Iñaki Bergera sobre este primer homenaje realizado en España a estos dos sistemas de representación de la arquitectura.

“Las ciudades, los monumentos, los objetos y personajes fotografiados a lo largo de los años han ido desapareciendo, pero sus imágenes permanecen inalterables gracias al milagro de la fotografía, que alcanza así su cualidad de certificado utilísimo del pasado, de una credibilidad y fidelidad superior a la de cualquier otra forma expresión”.

Plubio López Mondéjar1

Esperamos que disfrutéis de la entrevista.

Fotografía de la exposición del museo ICO © César González
Fotografía de la exposición del museo ICO © César González

¿Qué se encontrará el visitante en esta exposición?

Es una exposición de fotografías de maquetas de arquitectura moderna en España. Junto al cuerpo principal de la muestra, se pueden ver también portadas originales de revistas de época, fotografías de maquetas que incluyen personas, álbumes y hojas de contactos, un audiovisual y un número representativo de maquetas que permiten contrastar la fotografía con el modelo original.

¿Por qué fotografías de maquetas como enfoque expositivo?

Esta exposición es de alguna manera continuidad de la que tuvo lugar en la misma sede del museo ICO en el verano de 2014 dedicada por primera vez y de forma genérica a tratar este tema de la fotografía de arquitectura en España. Dentro del ambicioso y amplio trabajo documental y de investigación llevado a cabo desde el proyecto de investigación FAME, “Fotografía y arquitectura moderna en España, 1925-1965”, surgieron temas paralelos que podían demandar una atención específica. Nos dimos cuenta que en casi todos los archivos y fondos documentales de fotografía de arquitectura aparecían con frecuencia fotografías de maquetas y pensamos que este era un tema atractivo para poner sobre la mesa. A priori podría parecer un asunto de poco recorrido pero tal y como la exposición demuestra y los textos del catálogo abordan se trata de una temática fascinante y de hondo calado. Se pretende rendir un homenaje conjunto, por primera vez, a dos sistemas de representación arquitectónica, las maquetas y las fotografías, y explorar las ricas narrativas visuales y conceptuales que las imágenes de las maquetas, imágenes de imágenes podríamos decir, suscitan.

Muchas de las fotografías expuestas muestra proyectos que “aspiran a ser, sueños de los arquitectos (a veces frustrados)”. ¿Por qué se han escogido estos frente a otros que han perdurado hasta nuestros días?

No creo que predominen unas sobre otras, las que corresponden a maquetas de proyectos no construidos sobre los que sí lo fueron. En el caso de estas últimas podemos decir que la maqueta se hizo finalmente realidad y por tanto se puede comparar la conceptualización implícita en la propia maqueta con la obra construida y, lo que es más interesante, la manera de retratar el modelo en miniatura y previsualizar por tanto el ‘aspecto’ que puede llegar a tener el edificio con las fotografías de la obra construida. En todo ello se pierde digamos algo de la magia —ilusión, sueño o como queramos decirlo—que toda representación lleva implícita. Sin embargo, en el caso de los proyectos no construidos —por tratarse mayoritariamente de propuestas no premiadas para concursos— nos quedamos en un imaginario precedente, en un nivel de conceptualización-visualización que lleva implícito unas mayores dosis interpretativas de la naturaleza del proyecto, su aspecto y su deseable implantación en un lugar determinado. Es seguramente más rico, al menos desde el punto de vista especulativo, ahondar en lo que esas arquitecturas podrían haber llegado a ser y a significar en el conjunto del relato de nuestra modernidad.

Fotografía de la exposición del museo ICO © César González
Fotografía de la exposición del museo ICO © César González

¿Por qué el empeño en mostrar copias en papel de época (originales), a pesar de que algunas veces eso supone trabajar con fotografías de 5x5cm?

Es ciertamente un empeño porque de alguna manera queremos reivindicar disciplinalmente el valor y la autonomía de lo fotográfico en el marco de la arquitectura. Sin el concurso de la fotografía, la arquitectura moderna no hubiera podido llegar a ser lo que es, por su papel documental y difusor, y por tanto debemos reconocerle un mayor protagonismo y dignidad. En su momento, aquellas fotografías se reducían a meros instrumentos documentales y apenas conllevaban un reconocimiento de la autoría: eran objetos de consumo e intercambio, de usar y tirar podríamos decir. Las copias de época que han llegado a nuestros días, muchas veces maltrechas y estropeadas, son en ocasiones piezas únicas al no disponerse de los negativos originales. Además, la interpretación o el reencuadre que hace el fotógrafo del negativo a la hora de positivar —aunque sea en un formato de contacto 5×5— confiere también a la copia de época su valor de originalidad y autoría. En último extremo, creemos que no está mal reivindicar para estas piezas originales parte del aura propia de la obra artística. Las fotografías de Francesc Català-Roca o de Paco Gómez la tienen por su consagración como artistas pero no sería justo no reconocerla en otras fotografías aunque sean obra de fotógrafos industriales. Lo importante de la fotografía no es lo que presenta sino lo que representa, no lo que documenta sino lo que desvela y revela. Si contribuimos con estas acciones, por tanto, a que la fotografía de arquitectura se valore —tanto por parte de los arquitectos como de los fotógrafos—, se catalogue y se conserve ya nos podríamos dar por satisfechos. Es una tarea que urge ya que muchos archivos están empezando a perderse y deteriorarse.

El proyecto FAME inicialmente abarca el periodo 1925-1965. ¿Qué nuevos avances en la investigación se han realizado?

Sí, se trata de los años que la historiografía ha venido asignando al Movimiento Moderno en España, desde los años de la vanguardia previos a la guerra civil hasta los años revisionistas de la crisis del Estilo Internacional. ¿Avances? Podemos afirmar que FAME ha sido en sí mismo el avance en la investigación ya que hasta la fecha no se había llevado a cabo en España —y me atrevo a decir que tampoco en otros países en relación a sus propias coyunturas— un trabajo de estas características con la ambición con la que FAME ha operado. De alguna manera, el proyecto ha sentado las bases documentales, metodológicas, teóricas y críticas para, a partir de aquí, seguir investigando —seguramente de manera ya más individualizada— en las relaciones entre arquitectura y fotografía en España. Además de las dos exposiciones y sus respectivos catálogos publicados por La Fábrica (2014 y 2016), hemos publicado con la Fundación Arquia un importante libro de textos a cargo de los investigadores, una antología de textos con la editorial Abada y las actas del congreso internacional de cierre que tuvo lugar en el Museo de la Universidad de Navarra el pasado otoño. Todo ello constituye una suerte de mapa referencial e interpretativo para, como decía, seguir trabajando y ahondando a partir de aquí en esta apasionante temática.

¿Qué papel desempeñó la fotografía en la aventura de la modernidad española?

No te puedo responder de forma breve y te dedo remitir, precisamente, a la bibliografía específica que te he señalado para encontrar en ella respuestas de calado. Pero como se puede intuir, algo te he dicho ya antes, el papel de la fotografía en la arquitectura moderna española fue sumamente importante. Lo resumía así Justo Isasi:

“Imágenes míticas: aquellas imágenes que se guardan en ese recuerdo común han llegado a serlo, en el mejor sentido del mito. Han encarnado el código formal de una modernidad, desconocida primero, imitada después y finalmente reconocida, historiada y reeditada al cabo de dos o tres generaciones. De un episodio limitado pero intenso de nuestra arquitectura nos han quedado imágenes que transmiten un legado de forma y construcción arquitectónicas, y que van más allá: comunican la enorme voluntad de ser moderno”2.

FRANCESC CATALÀ-ROCA. Maqueta de la sede de la Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 1961. Francesc Bassó i Birulés y Joaquim Gili i Moros © Fondo F. Català-Roca - Arxiu Fotogràfic de l’Arxiu Històric del Col•legi d’Arquitectes de Catalunya
FRANCESC CATALÀ-ROCA. Maqueta de la sede de la Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 1961. Francesc Bassó i Birulés y Joaquim Gili i Moros © Fondo F. Català-Roca – Arxiu Fotogràfic de l’Arxiu Històric del Col•legi d’Arquitectes de Catalunya

¿Qué influencias internacionales podremos apreciar?

En lo que se refiere a la fotografía seguramente no excesivas o al menos no intencionadas. La mayoría de los fotógrafos que trabajaban con la fotografía de arquitectura —y más aún con la fotografía de maquetas de arquitectura— no tenían la cualificación técnica que podrían tener los grandes maestros de la disciplina a nivel internacional como Julius Shulman, Ezra Stoller o Hedrich Blessing. Salvo fotógrafos como Català-Roca o Pando, la mayoría de ellos operaban de forma más artesanal y desinhibida, intuitiva podríamos decir, sin dejarse llevar por los cánones visuales internacionales. Esta situación es justamente, junto con la naturaleza de nuestra arquitectura, la que confiere a la fotografía de arquitectura moderna en España unas señas de identidad propias.

¿Qué nombres propios fueron los agentes más relevantes en la actividad fotográfica del periodo expuesto?

Hay muchos nombres propios y de muchos de ellos no se sabe prácticamente nada a nivel biográfico: queda mucho por hacer en ese sentido. Pero por relevancia, habría que citar seguramente a los fotógrafos Francesc Català-Roca, Kindel, Juan Pando, Luis Lladó, Paco Gómez, Maspons y Ubiña, Margaret Michaelis o Férriz.

¿Qué nuevos enfoques quedan por investigar en el campo de la fotografía de arquitectura?

El término ‘enfoque’ es en este contexto tremendamente ambiguo y metafórico. ¿Cómo ver con ojos nuevos la manera de mirar la arquitectura? Hay que partir de la constatación de que, por el poder que ha conquistado, la fotografía de arquitectura también puede tener y ha tenido de hecho un uso perverso o ‘desenfocado’, cuando pasa a convertirse en un fin en sí mismo. Me refiero al momento en el que la arquitectura se concibe sustancialmente como un objeto, un modelo icónico, pensado para ser fotografiado. Esto ocurrió ya durante la apoteosis del Estilo Internacional pero como sabemos es una manera de hacer que ha caracterizado estos años recientes del cambio de siglo. Además, en términos generales, como usuarios del espacio arquitectónico todos hemos experimentado en alguna ocasión el desajuste que provoca casi siempre la vivencia física del espacio en relación a la representación bidimensional que nos trasladan a priori sus fotografías. En suma, la valoración de lo fotográfico, en arquitectura, tiene que ir acompañado de un sentido crítico, riguroso y sensible, conquistado mediante la formación y el aprendizaje del lenguaje fotográfico. Así mismo, la fotografía de arquitectura, como la propia arquitectura, tiene que entender que no se puede circunscribir al objeto en sí, sino que debe ampliar su ‘foco’ hacia el contexto, urbano o natural, y hacia la recuperación de unas ciertas dosis de credibilidad y veracidad que vuelvan a poner al usuario en el papel central que le corresponde.

DESCONOCIDO. Iglesia parroquial de la Virgen de la Providencia y San Cayetano, Madrid, 1959. Juan de Haro Piñar. Archivo Servicio Histórico COAM
DESCONOCIDO. Iglesia parroquial de la Virgen de la Providencia y San Cayetano, Madrid, 1959. Juan de Haro Piñar. Archivo Servicio Histórico COAM

¿Qué radiografía nos podría hacer sobre la fotografía de arquitectura actualmente?

En el ámbito profesional yo percibo un embotamiento y una cierta saturación. La democratización del medio y la alta competitividad han empobrecido el discurso colectivo siendo difícil, aunque no imposible, significarse y tener una mirada diferente y pura en relación a la arquitectura. La apremiada reinvención del medio ha obligado a muchos a encontrar en la utilización de drones o en la imagen en movimiento una suerte de valor añadido. Por mi parte, valoro enormemente a aquellos profesionales que resisten a los dictados visuales de lo comercial y se atrincheran estoicamente en la creación de unas fotografías contenidas, fragmentarias y personales.

En esta era de la hiperinformación y donde prima lo visual ¿a qué deberíamos prestar especial atención? ¿Con qué ojos de deberíamos hacerlo?

Deberíamos seguramente practicar en primer lugar una cierta abstinencia visual. El embotamiento visual provoca paradójicamente una suerte de ceguera, una atrofia de la mirada que hace que se pierda el gusto y la sensibilidad. Para entendernos, deberíamos abandonar el zapping visual descontrolado para pasar a una suerte de programación a la carta y no me refiero estrictamente a lo televisivo —donde aconsejaría el apagón prácticamente total— sino al autocontrol que debemos ejercer sobre el bombardeo de imágenes que nos rodean: somos lo que comemos o lo que leemos pero también lo que vemos, luego eduquemos la mirada selectiva. Somos asnos, decía Le Corbusier, pero asnos que ven.

Por último compartimos la presentación de la exposición en el Museo.

“La calidad de nuestra arquitectura no se conquistó a golpe de negativos e impresiones en gelatina de plata. No fueron los fotógrafos quienes tendenciosamente dirigieron la sensibilidad visual que debían evocar las arquitecturas construidas. Y sin embargo, sin su concurso —que ahora queremos reivindicar nuevamente—, sin la actividad entusiasta, atenta y desprejuiciada de aquellos fotógrafos, la arquitectura moderna en España no hubiera podido forjar su naturaleza e identidad, transmitida imagen a imagen desde los maestros hasta nuestros días”.

Iñaki Bergera3

Agradecer a Iñaki Bergera su tiempo y predisposición con este espacio.

Entrevista a Iñaki Bergera realizada por Alberto Alonso Oro, arquitecto y editor en veredes.

Notas:

1. López Mondéjar, Publio. “La fotografía como fuente de memoria”, pág. 24. Discurso leído en el acto de su Recepción pública el día 30 de marzo de 2008, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

2. Isasi, Justo. “Por un puñado de fotos”, Arquitectura Viva 166, 2014, pág. 50.

3. Extracto de la introducción de libro “Fotografía y arquitectura moderna. Contextos, protagonistas y relatos desde España” perteneciente a la colección arquia/temas de la Fundación Arquia, 2015.

Alberto Alonso Oro
Alberto Alonso Orohttps://hbdos.wordpress.com/
Arquitecto y editor en veredes, arquitectura y divulgación. A veces escribo en Fundacion Arquia y en Madera y Construcción. Doctorando en Universidad de Alcalá de Henares. Invernalia es un buen lugar.
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